Ataques De Confusión

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Hay pocas cosas que pueden llegar a ser infinitas, el amor es una de ellas... Pero incluso ese sentimiento tan puro y dulce tiene sus excepciones por qué algunas veces se vuelve un sentimiento insoportable que te corta la respiración, te causa un dolor inimaginable y te hace perder la cordura, en ese momento pasa de ser algo infinito a algo que desearías no sentir nunca más; por otro lado hay muchas cosas que no pueden ser infinitas por más que lo intentes, la paciencia es una de ellas, tanto es el problema con ella que se dice que ser paciente es un don que casi nadie posee. Durante mi adolescencia y el inicio de mi vida adulta siempre me caracterice por carecer de amor por lo que me rodeaba y por tener un considerable exceso de paciencia para con los demás, pero un día esas características que me acompañaron desde que empecé a entender como funcionaba el mundo se esfumó de golpe, mi amor por alguien se hizo infinitamente doloroso y mi paciencia disminuyó drásticamente, por eso es que en este momento ese amor tan hiriente hizo que terminara de perder la paciencia y que me encuentre ahora mismo frente a casi toda mi familia y frente a Lilyan exigiendo una explicación con respecto a Annette.

No tenemos por qué decirte algo, Katherine -afirmo mi padre con absoluta seriedad-

Les pido que comprendan lo que siento... -dije tratando de obtener lo que necesito- no puedo estar tranquila sin verla o sin saber siquiera algo de ella, nadie me ha dicho como se está recuperando, si ahora me odia, si su familia me odia o algo que pueda controlar un poco mi necesidad de saber sobre ella...

Te comprendemos, pero tu comprende que no estás en condiciones para lidiar con todo este problema -respondió observandome atentamente-

No soy una niña, puedo lidiar con mis problemas -afirme molesta por su forma de tratarme-

Que seas una adulta no te hace capaz de soportarlo todo, no eres de piedra, Kate -afirmo mi madre con gesto triste-

Pero todo esto es por mi culpa, puedo soportar lo que mis acciones traigan como consecuencia -baje la mirada sabiendo que el resultado de esta plática de verdad va a ser malo-

Un tenso silencio se extendió por la habitación, se miraron entre ellos pero a mí no me dirigieron ni una mirada; de pronto ví a Geovanna llorar, Chris se acercó a ella y la abrazo mientras todos los demás observaban en silenció, Lilyan finalmente se digno a mirarme a mi y en sus ojos pude percibir lastima...

Por favor dime qué está pasando... -le pedí conmocionada por ver a mi hermana llorar y a todos preocupados por mi-

No puedo hacerte eso -sus ojos se cristalizaron-

Por favor -solloce- ¡Por favor! ¡Díganme qué está pasando! -los sollozos de Geo aumentaron al igual que mi impotencia-

¡Annette no quiere verte! -grito de pronto la pelirroja- ¡Dice que te odia! ¡Te culpa por lo que le hizo Jamie!

¡Geovanna! -grito mi molesta madre-

¡Merece saberlo! ¡Dejen de tratarla como si fuera estúpida! -grito de vuelta mientras la miraba con furia-

No era forma de decirle -dijo mi padre realmente molesto-

No conozco una mejor forma de decirle algo tan horrible -afirmo la pelirroja-

Kate... -susurro Lilyan con su mirada sobre mi persona-

Todos me miraron al mismo tiempo esperando mi reacción mientras yo seguía tratando de encontrarle sentido a las frases de mi hermana las cuáles siguen dando vueltas en mi cabeza sin tener un significado real y siendo la más constante la frase «Dice que te odia» que la pelirroja grito con todas sus fuerzas... ¿Odio? ¿Me odia? ¿Annette me odia? ¿Ella... me odia?

Me odia... -susurre aún demasiado confundida por esa palabra-

Tal vez no sea cierto -afirmo Lily mientras se me acercaba lentamente- cuando te enojas dices muchas cosas que algunas veces realmente no sientes...

Eso es cierto, princesa -afirmo Chris mientras yo lo observaba con gesto confuso- Jamie le hizo bastante daño... Tal vez solo está confundida

Vamos a resolver las cosas, hija -dijo mi madre con tristeza-

Oh, cariño -de pronto Lilyan me rodeo con sus brazos y me apretó contra su cuerpo en un abrazo fuerte-

Extrañamente con ese gesto de cariño todo en mi mente quedó claro... Annette no quiere verme, Annette me culpa por todo esto y lo peor de todo... Annette me odia; me quedé estática contra el cuerpo de Lilyan, unas enormes ganas de llorar se apoderaron de mi, los pocos recuerdos que forme a lado de la castaña pasaron por mi mente como en una película y juro que sentí como algo se quebraba en mi interior, cuando el shock de la noticia se me pasó un poco me sentí pequeña ante la mirada atónita de todos los presentes, por mi rostro ya bajaban innumerables gotitas saladas, un temblor intenso y continúo se apoderó de mi, sentí como el oxígeno empezaba a faltarme y el corazón me latía desbocado.

¡Oh, por dios! ¡Kate! -senti como Lilyan me tomaba por los hombros-

¡Katherine! -escuche gritar a mi madre-

¡Kate! ¡Cariño, reacciona! -grito la rubia- ¡¡Llamen a emergencias!!

Seguí escuchando sus voces pero estás se hacían cada vez más distantes hasta que ya no pude escuchar nada, en ese momento mi vista se tornó obscura y yo me deje llevar por esa obscuridad que de cierta forma me resultó reconfortante.

Inocentes AmantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora