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Un poco de relleno porque no tengo ideas ni inspiración, help me pipol:'c












Hubo un destello naranja brillando en medio de la noche. Afuera, el frío podía calarte hasta los huesos, sin embargo, esos ojos seguirían viéndose tan cálidos y puros como hace mucho tiempo atrás.
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Lo único que podía escucharse en medio del desolado pasillo, era el eco incesante de su pie golpeando una y otra vez contra el piso alfombrado. Del otro lado de la puerta Taehyung podía escuchar perfectamente al mayor murmurar furioso maldiciones hacia su persona.

Suspiró, echando la cabeza hacia atrás mientras respiraba profundo una vez más. Impacientándose al no tener del todo una respuesta.

Puso los ojos en blanco cuando lo escuchó refunfuñar algo en otro idioma, no hacía falta ser adivino para deducir que era dirigido a él sea lo que sea que hubiera dicho y se apoyó con una mano de la pared. Seokjin siempre se comportaría como una madre que regaña a su hijo cada que éste hace una travesura. Estaba harto de lo mismo, Taehyung ya no era un niño.

Seokjin debía ver eso aunque fuese una vez.

—¿Seguirás ahí maldiciéndome por la eternidad o vas a abrirme la puerta?— inquirió fastidiado, del otro lado, se escuchó como Seokjin seguramente había arrojado algo contra la puerta y avanzaba furioso hasta la misma, abriéndola medio segundo después.

Jin tenía el rostro rojo de cólera, los ojos negros asesinándolo de tantas maneras como fuesen posibles. Pero Taehyung... Taehyung podía mantenerse imperturbable incluso si el mismo le hubiese arrancado un brazo.

—¿Qué demonios es lo que quieres, Taehyung?

Volverlo a repetir era menester, sin embargo, el menor elevó una mano frente su rostro, tratando de señalar una invisible explicación sobre el qué del que Seokjin tanto reclamaba. Desistió de la idea cuando vio al mayor mirarle con el ceño fruncido, bajando la mano en el proceso.

—Sabes lo que quiero— respondió sin más y el contrario volvió a cerrarle la puerta en la cara, Taehyung recogiendo cada pizca de paciencia como fuera posible para no estrellar su puño en la superficie de madera.— ¡Oh vamos, Seokjin!

—Vete al diablo, no voy a ayudarte.

—Vamos, tu trabajo es empujarlo un poco, persuadirlo, del resto me encargo yo. No va a ser demasiado difícil, ya lo seduje una vez— Taehyung reparó en la mirada dura, los ojos brillosos de su hermano.— ¿Qué?— no hubo respuesta, el mayor limitándose únicamente a mirarlo. Taehyung resopló, mirándole con fastidio.— A ver... ¿Por qué no vas a ayudarme?

—¡Porque es el mejor amigo de mi novio!

—Piensa en esto; podremos salir en citas dobles, como las parejas aburridas que salen en la televisión. Será divertido — silencio.— ¡Seokjin!

Innocent. || KTH&&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora