Innocent. || KTH&&JJK

🗝7

『No sabía exactamente porqué, pero se mantuvo en silencio y quieto. El remolino de emociones acentuándose en lo más profundo de su estómago, la sensación de ahogo retorciéndolo por dentro.
¿En qué se estaba metiendo?.』

.
.
.
※

—Ok, ¿qué demonios fue eso?

Jungkook estaba igual, o incluso más turbado que él. No entendía.

—No estoy seguro...— contestó, más la pregunta seguía dando vueltas en su cabeza una y otra vez. Todo había sido demasiado extraño.

Demasiado. Era una palabra que también podía añadir al glosario de términos que era Kim Taehyung, antes de «extraño», «excéntrico» y «tentativo» porque definitivamente no iba a negarlo ésta vez; Taehyung era una rara especie de tentación. No como la del aburrido fruto prohibido que tanto relataban los libros, tenía algo más, como un origen reservado que pujaba por ser descubierto.

Y lo llamaba como la luz a las polillas. La cosa era si él estaba listo para ese noséqué que era Taehyung.

Y, de estarlo, no quería saberlo. Era un terreno que definitivamente no le apetecía pisar.

—Bien, no nos quedemos parados aquí y veamos esa película que tu Taehyungie ha escogido. A ver que tan buen gusto tiene.

Jungkook lo miró mal, ya no importándole mucho lo que sus pensamientos le decían.

—¿Taehyungie?— inquirió esta vez, un poco extrañado ante el apodo.

—Mhm, así le dice Jin a Taehyung. Un poco cursi, ¿no crees?

Cursi no era la palabra exactamente.

—Supongo que es normal— contestó, encogiéndose de hombros.— A todos nos ponen un apodo o mote cariñoso, ¿no es así, Suga hyung?

—Hey, Suga es un apodo respetable. Úsalo sabiamente, no todos tiene el privilegio de saberlo.

—Ya, comprendo. Me siento honrado por dejarme saber tu imponente apodo, pero ¿por qué me llamas a mi por el de Taehyung?

—No lo sé, dímelo tú — respondió insinuante, la expresión divertida. Jungkook frunció el gesto antes de responder.

Sabiendo ya por dónde venía la conversación.

—No es lo que estás pensando.

Ah, la típica excusa, pensó el mayor. Una sonrisa amenazando con romper la seriedad de su estado.

—¿Qué se supone que estoy pensando, Jungkookie?

Ahí estaba. Claro. Jungkook no iba a caer por ese tono de inocencia sobreactuada, las cosas no eran como Yoongi se las estaba pintando.