capitulo 56

3.4K 309 6
                                    

A la mañana siguiente temí que la actitud de Dean cambiara pero no fue así, cuando desperté él aún seguía rodeando mi cuerpo con su brazo, lentamente me levanto de la cama y me cubro con la bata de seda que hace juego con mi toda destrozada pijama, bajo a la cocina y preparo el desayuno, cuando Dean despierta me saluda con una sonrisa y en lugar de despreciar mi comida simplemente toma asiento y limpia todo el plato, después de una media hora mientras limpio la casa él sale a trotar, ahora me siento mucho más tranquila, su cambio de actitud fue muy notoria y espero que lo que sucedió anoche haya ayudado en algo, subo a la habitación y me meto en la tina, relajo mi cuerpo con un baño de burbujas y con las ventanas cerradas junto con las luces apenas si encendidas, tallo mi cuerpo con la mayor delicadeza posible y cuando me siento completamente limpia salgo de ahí, me asomo por el balcón para vigilar a Dean y él sigue ahí, ejercitándose con unos troncos que se ven demasiado pesados, me coloco unos Jeans de cuero ajustados y unas botas de tacón, el lago en esta época del año provoca algo de frío ya que se está acercando el invierno, me coloco un suéter manga larga ajustada de color blanco y agarre una chaqueta tweed pero no me la coloco, bajo las escaleras y cuando coloco el pie en el ultimo escalón Dean entra, se ve sensualmente sudoroso y apenas si puede respirar.

—¿Saldrás? —preguntó viéndome de abajo hacia arriba.

—Tenemos hijos ¿Recuerdas? —dije sacando una pequeña toalla del closet de la entrada y entregándosela—. Necesito cargar a mi bebé y ver a Eli, la extraño mucho.

—Envíale saludos de mi parte —dijo Dean acercándose a las escaleras—, dile a Elizabeth algo que la haga sentir mejor —me mira con cierta expresión triste.

—La distancia no hará que ella te ame menos, créeme —dije acercándome a él—, nos vemos para el almuerzo, yo traeré algo de comer —descaradamente le doy un beso en la mejilla y camino hacia la puerta, agarro las llaves del auto y salgo de la casa.

Cuando llego a casa de mi suegra Elizabeth está afuera jugando con su casa de muñecas, en el momento en que ve el auto y me ve salir del auto corre hacia mí.

—¡Mami! —gritó con emoción mientras se arroja a mis brazos.

—¡Mi pequeña niña! —grité mientras la apretaba con fuerza hacia mi cuerpo—, ¿Cómo te has portado? —le pregunté mientras caminamos hacia el interior de la casa.

—¡Bien! ¡He echo mucho caso! —dijo ella con emoción—, mi abuelita incluso me regaló un vestido de princesa muy grande.

—¡Me encantaría verlo pequeña! —acaricie con ternura su cabeza—. Ve a colocártelo para que me lo modeles.

El brillo el los ojos de Elizabeth se hace mas grande y rápidamente corre hacia las escaleras, camino hacia la cocina en donde una mujer de edad que no conozco carga a mi bebé.

—Hola —saludé acercándome a ella con una sonrisa.

—¿Quién es usted? —preguntó la mujer alejándose de mí.

—Soy la mamá de ese bebé que llevas ahí —me presenté llamando la atención de mi ahora emocionado Ethan.

—¿En serio? que bueno, este niño es algo difícil —me lo entregó ya que no puede sostenerlo, mi bebé solo quería arrojarse a mis brazos.

—Es idéntico a su padre —dijo su abuela apareciendo del jardín, lleva rosas en una de sus manos y una tijera de jardín en la otra—. solo lo puede calmar mi esposo, como Dean... ¿Cómo está mi hijo? —preguntó invitándome a sentarme en el jardín.

—¡Bien! —le contesté emocionada—. Ayer pasó algo muy... muy bueno.

—¿Lo hicieron? —preguntó emocionada.

yo solo asentí con la cabeza.

—¡Que bueno! al menos ya no te rechaza, eso es un gran cambio para él.

—Supongo que ya está cayendo en cuenta en muchas cosas y aprovecharé cada pequeño espacio que me dé para entrar en su corazón.

—Solo no te confíes Emily, en cualquier momento él volverá a tener miedo de lo que siente, no permitas que se vaya.

—Él no se irá, lo prometo —dije jugando con las manos de Ethan.

El resto de la mañana jugué con Elizabeth y con el bebé, al medio día Dean me llamó diciéndome que está muriendo de hambre esperándome y yo me apresuro a comprar algo de comida china, cuando llego a casa todo está en silencio pero su auto sigue ahí, entro a la casa con el mayor cuidado que puedo pero no lo veo por ningún lado, coloco la comida en la barra de la cocina y sirvo dos platos, camino con ellos hasta la oficina y entro, Dean está ahí, hay muchas fotos en el suelo, de los dos, de la familia, de él con sus padres y con su hermano y más, en algunos momentos ríe y en otros se ve pensativo y serio, me acerco un poco mas a él e inmediatamente siente mis pasos levanta la cabeza.

—¡Por fin! —exclamó levantándose del suelo y caminando hacia mí para recibirme el plato, nos sentamos juntos en el enorme sofá que había en el lugar y comenzamos a comer.

—¿Cómo esta la niña? —preguntó después de pasar la comida.

—Esta bien, muy grande y muy inteligente, pero extraño a mi otra niña, se siente la diferencia cuando solo esta una sola.

—De verdad quiero recuperar la memoria —empezó a jugar un poco con la comida—. ¿Ethan?

—Se parece demasiado a ti —le contesté con una sonrisa—. Cada vez que hace un gesto o se comporta de cierta forma tu madre solo dice esa frase ¿Quieres verlo?

Saco mi teléfono y le muestro una de las fotos que le tomé hoy, su sonrisa es demasiado grande, ni siquiera puede disimularla.

—Cuando nació dijiste que esperabas que se pareciera a mí pero te equivocaste.

—Eso parece...

Levanto la cabeza para ver su expresión pero él solo me mira fijamente, lentamente comienza acercarse a mí y yo puedo sentir su respiración, cuando sus labios rozan los míos vuelvo a sentir ese cosquilleo en mi cuerpo, lentamente me acerco más a él hasta que ya no hay ni un milímetro de espacio entre los dos, sus labios se sienten cálidos y suaves, sus manos se colocan en mis mejillas y suavemente me acaricia, mis manos se cuelan automáticamente en su cuello para traerlo mas a mí, en algún momento Dean se coloca sobre mí y los platos simplemente caen haciendo un completo desastre, pero ya no me importa, en el momento en que su mano se mete debajo de mi suéter el timbre de las puertas nos hizo separarnos de golpe, Dean se levanta y camina hacia la puerta, yo me levanto y comienzo a recoger el desastre de platos cuando escucho a Dean hablando demasiado feliz y fuerte, escucho fuertes pasos y cuando levanto la cabeza veo a Mark.

—¡Hola! —exclamé dejando los platos a un lado y caminando hacia él para abrazarlo.

—¡Tiempo sin verte! —exclamó Mark recibiéndome el abrazo—. La ultima vez que lo hice no dejabas de vomitar.

—Estaba embarazada ¿Qué esperabas? —dije dándole un suave puño a su hombro.

—¿Se conocen? —preguntó Dean completamente confundido.

—¡Por supuesto! —dijo Mark ofendido—, fui uno de sus padrinos de boda, hermano —colocó su mano sobre el hombro de Dean—. Ya me enteré de la situación y creo que debemos hablar.

Eso me da algo de tranquilidad, de verdad espero que Mark lo hiciera entrar en razón.

fuertes lazos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora