=| I Dream Of You |=[Namjin]

XLVI

Suspiró pesadamente rompiendo el contacto con el contrario luego de un par de minutos—Sabés... nunca fue la mejor madre del mundo, tiene muchos fallos y cosas las cuales puedo reprocharle pero, ella jamás me había golpeado—centró la mirada en el suelo observando el blanco manto de nieve que lo cubría—Aunque no entiendo por qué me sorprende que lo hiciera, he sido un maldito dolor de cabeza desde hace ya mucho tiempo

—No digas eso, no lo eres—sabía que de nuevo iban en camino a una conversación que el contrario usaría mayormente para autodespreciarse y no le entusiasmaba la idea de formar parte de ello—Siendo honesto el único dolor de cabeza en esa casa es tu familia—una sincera opinión disfrazada de broma salió de sus labios con la única finalidad de lograr que una leve sonrisa se dibujara en el rostro del contrario pero fracasando rotundamente en el intento—Jin...puedo preguntarte algo?—el mencionado se limitó a asentir—¿Por qué permites que traten así?

Se encogió de hombros—Tal vez porque me lo merezco—respondió luego de meditarlo un poco—Si hay algo que esas personas me han dejado bastante claro es que cuando alguien hace una estupidez es justo que se le recrimine por ello ya que de alguna manera debe hacerse responsable de lo que hizo

—Tu no te mereces eso, nadie merece que su propia familia lo trate como...

—¿Como si fuera la peor basura del mundo?—completó la oración como si supiera exactamente lo que Namjoon quería decir y continuó hablando sin permitirle que lo corrigiera—Siempre ha sido así, creí que ya estaba acostumbrado pero al parecer me equivoqué, en el fondo sigo siendo un estúpido, ingenuo y cobarde niño del que siempre se aprovechan

Los finos copos de nieve caían sobre ambos al tiempo que el viento soplaba contra sus rostros haciendo que al poco tiempo sus narices tomaran una ligera coloración rojiza, el frío era demasiado pero el eco de los recuerdos resonando en la mente de Jin hacia que se remontara a un pasado donde el aún más insoportable frío de la soledad era lo único que albergaba a su inocente alma

❄=Años antes=❄

Los sollozos de un pequeño niño llenaban el vacío de un oscuro y desolado estudio, sentado en el suelo debajo del antiguo escritorio de madera ocultandose del mundo exterior limpiaba sus lágrimas con la manga del traje que se vio obligado a portar debido a la tragedia. Hace apenas unos momentos se encontraba al pie de una gran cama tocando con sus pequeñas manos las mejillas de su abuelo, las movió levemente tratando de hacer que despertará para que revolviera su cabello y le sonriera de la misma manera en que siempre lo hacía

—¡Deja de hacer eso!—su tía levantó la voz luego de ver sus insistentes intentos haciendo que alejara las manos asustado—¡Ya tienes siete años no puedes ser tan tonto como para no entender que está muerto!—le habló en tono severo como si con eso tratara de reprenderlo, al escuchar esas palabras sintió como las ganas de llorar crecían desmedidamente

Se apresuró a subir por las escaleras lo más rápido que sus pequeñas piernas le permitieron solo para adentrarse en el único refugio que tenía, lo único que quería era tranquilizarse y se esforzó demasiado por hacerlo pero para un niño de siete años calmar su llanto aún era tarea sumamente difícil

Se escuchó el leve rechinar de la bisagra de la puerta—¿Jin?¿Estás aquí, cariño?—logró captar una dulce y familiar voz femenina seguido de unas leves pisadas que se dirigían a su encuentro—Ven aquí—la mujer entró y se sentó en el sofá aguardando a que el pequeño saliera de su escondite

—No puedo—fue lo único que se limitó a decir esperando que esa respuesta fuera suficiente

—¿Por qué no, cariño?—su abuela le insistió