El Diario de Kimberly (tema lésbico)

El primer día

Llegué a la preparatoria y estaba igual como la recordaba, no había mayor cambio. Me dieron la tabla de información referente a los datos de mi nuevo salón y salí en busca de el, había muchos rostros nuevos, de cierta forma me incomodaba realmente soy una persona antisocial.

Llegue al aula con esperanzas de encontrar a Jess o Frank, pero luego recordé que no acostumbran a ir el primer día.

-Genial, hoy estaré más sola de lo normal, pensé en voz alta.

Me senté en el último puesto, saque mi reproductor y cerré mis ojos.

Un perturbador sonido me despertó de mi calma, abrí los ojos un poco irritada y vi una chica que jamás había visto.

-Lo siento, generalmente no soy tan torpe, soy Sam.

La miré fijamente a los ojos e ignorándola por completo, volví a cerrar mis ojos. 

-Perdón por ser amigable-

Pronto empezaron a llegar los demás, haciendo todos los estúpidos rituales del primer día derrochando felicidad, abrazos, besos y lágrimas que no se hacían esperar, era realmente patético.

Cogí mis cosas e intenté salir del salón, pero el profesor ya se acercaba y me tocó regresar.

-Bienvenidos al primer día de clases, mi nombre es Carl y soy su director principal. La mayoría son alumnos nuevos, así que para hacer esto más interesante jugaremos algo, hagan parejas por favor-

Las cosas no podían ir mejor, todos empezaron a formar grupos al final sólo quedó la chica nueva y yo.

-Que esperas primor, no muerdo le dije a la chica, pude sentir como todos los ojos se centraron en mí-

Sam se ruborizó un poco.

-Muy bien, quiero que socialicen con sus parejas y luego compartan con la clase la información del otro, tienen cinco minutos!-

-Acabemos con esta payasada, mi nombre es Kimberly dos Santos, tengo 17, vivo con mi papá, alguna otra pregunta? -

Sam: Tienes novio?

Kim quedó un poco desconcertada con esa pregunta

-No creo que eso sea de tu incumbencia- respondí con indiferencia

-¿Por qué estás tan triste? Miro tu rostro rígido y frio, pero tus ojos, muestran mucho dolor, ¿por eso atacas a los demás, porque eres infeliz y quieres que todo el mundo lo sea? -

Kim no pudo soportar las palabras de Sam y en un impulso, tomó sus cosas y salió huyendo del aula.

*Narra Sam*

Me dejé llevar por la ira y creo que le hice daño a esa chica, lo cierto es que no era mi intención.

Todos en el salón reflejaron sus miradas en Sam.

-Se acabó el espectáculo, vuelvan a sus actividades- dije con ironía.

Mientras tanto en  mi mente se desataba una guerra, algo me decía que debía ir tras de ella y disculparme, pero por otro lado mi ego no me lo permitía. Además no creo que ella quiera verme.

Estaba sumida en mis pensamientos con la mirada pérdida en el vacío, cuando sentí un leve toque en mi hombro.

-Señorita Samantha!- Señorita...

-Eh, si-

-¿Qué le sucedió a su compañera?-

-No lo sé, ella estaba allí y de pronto desapareció-

-Por favor, puede encargarse que esté bien-

-Es que... yo no la conozco muy bien-

-Y tendrán mucho tiempo para conocerse, por ahora lo más importante es su seguridad-

Ante la insistencia del profesor accedí a ir por ella.