Nunca seré ella, y te aseguro que no hay nadie en este mundo, en este instante que compartimos por casualidad, a la que le joda más que a mí. Ni siquiera voy a llegar a parecerme por mucho que lo intente, por muchas veces que lo haga, lo sé, en el fondo sé que jamás seré ella. Tú también lo sabes, y por eso no me ves, porque cuando está, solo la ves a ella y lo entiendo. En otro tiempo, otro instante que compartimos por casualidad, yo tampoco te veía, lo sabía, sabía que estabas allí, sentía tu presencia, pero no veía tu mirada, por eso comprendo perfectamente que ahora tú seas el que no me vea. Los domingos me matan, tú eso ya lo sabes, creo, no sé exactamente que sabes y que no pero sospecho que más de los que pareces saber. Hoy es uno. De los peores domingos digo. Me siento culpable, perdida, odiada, insuficiente, horrible, me siento nada, que es lo peor que alguien se puede sentir. Supongo que se me pasará como siempre, aunque esta vez sospecho que me va a costar más. Siento como si la vida que estoy viviendo no estuviese hecha para mí. Como si mi mente se quedara bloqueada cada vez que hay que pensar, cada vez que hay que actuar y para colmo me he enamorado de ti. Y en esta época en la que no me siento nada, en la que no soy nada, quererte es tan intenso que siento que en cualquier momento me va a desbordar.
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Si te atreves.
PoetryUna colección de mis recuerdos y experiencias convertidos en un puñado de letras.