Era precioso,
Ver como me mirabas de reojo,
Para comprobar que todo estaba en orden,
Que yo seguía siendo yo,
Feliz, loca, dramática,
Tu luz al final del túnel.
Ahora soy yo la que te miro
Y la verdad es que no queda nada,
De aquellos ojos caramelo,
Que me cuidaban en silencio,
Ni de luz al final de nada.
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Si te atreves.
PoesíaUna colección de mis recuerdos y experiencias convertidos en un puñado de letras.