Del susto a reacción del Haber visto a todos ellos, fuimos rápidamente a trancar la puerta, arrastramos un mesa entre los dos y la dimos vuelta de manera que ellos no puedan entrar al interior de nuestra casa, mientras yo sostengo la mesa para que no entren, Gabriel va rápidamente a buscar las balas y un machete que estaban bajo una cama, al llegar Gabriel la puerta se desliza por la presión ejercida por estos sujetos, el desliz les permite empezar a ingresar, eran tres. Gabriel llega justo a lado mío a ayudarme a sostener la mesa ya que yo solo no podía más, y al notar que era inútil se me ocurrió salir corriendo por el otro lado de la mesa, al salir tuvimos que evadir a varios de ellos que se nos acercaban, uno de ellos trata de tomarnos pero solo rasgo mi camisa en la zona inferior. Corrimos en dirección a la casa de Florencia, para no perder tiempo y también por que fue la única dirección para la que teníamos en mente. A notar que ya no nos seguían y que tampoco había de ellos alrededor Gabriel me dio el machete.
-Toma, no valla a ser cosa de que vallan a aparecer más- dijo mirando alrededor- igual yo tengo el arma casi cargada y tome más balas de la casa.
-¿De donde sacaste el arma?- pregunte con indiferencia- espero que no sea tuya y ayas estado en cosas malas.
-Es la de mi primo, vos sabes que yo no me metería en esas cosa- respondió sonriendo.
-Seria mejor buscar algo para golpearlos de cerca y guardar el arma para momentos cruciales, ya que el ruido de hace un rato los atrajo- respondí seriamente.
-Esta bien vos ya tenes el machete, vamos a buscar algo por acá cerca mientras vamos a buscar a Florencia- respondió sonriéndome nuevamente.
Al seguir caminando nos encontramos con un auto abierto y nos pusimos a revisar en búsqueda de algo que nos sirva, allí dentro encontramos muchas cosas, entre ellas cigarrillos (lo cual era inútil ya que ninguno fumaba pero Gabriel los guardo igual), profilácticos, un encendedor que también agarro Gabriel, una campera de cuero la cual tenia dentro del bolsillo una manopla (me probé ambas cosas y me quedaron geniales, y no hace falta decir que no se las pensaba dar a Gabriel), Él se encontró una barreta en la cajuela y no dudo en tomarla.
Mientras revisábamos el auto comenzamos a escuchar ruidos raros, nos dimos vuelta a ver que era y era uno de ellos, al ver que era solo uno Gabriel quiso matarlo a barrotazos, entonces yo le dije que mejor nos vallamos rápido y al voltear para retomar nuestro objetivo; nos encontramos con docenas de ellos que estaban tras nosotros.
Tuvimos que volver a correr para que no nos atrapen, mientras corríamos se escucharon gritos, quise ir a ayudar ya que no era lejos entonces Gabriel me dice que era mejor que no vallamos ya que ya avía dejado de gritar por lo tanto estaba muerta la persona y seguimos corriendo.
Mientras huíamos una de ellos que yo creí que estaba muerto por debajo del auto, que estaba estrellado contra una casa, pase por alado y me tropiezo a causa de que tomo mi pierna, en ese momento le corte el brazo a machetazos, mientras Gabriel me cubría rompiéndole la pierna con la barreta a otro de ellos. En el momento que le corto el brazo al sujeto comienza a gritar por el sufrimiento y a pesar de eso, intentaba tomarme, yo apenas me libero comienzo a correr junto a Gabriel. Corrimos alrededor de cinco cuadras sin cesar el ritmo, Gabriel voltea a fijarse si seguían, como noto que ellos ya no estaban cerca nuestro nos dirigimos hacia lo de Florencia; pero esta ves mirando que no hayan de ellos por las calles que teníamos que transitar, y si los avían las evitábamos para no ser descubiertos.
A una cuadra de lo de Florencia nos topamos con un joven de aproximadamente nuestra misma edad, un tanto obeso y con apariencia de ser alguien bueno; pero estaba algo nervioso por la situación actual, que a pesar de todo no tenía herida y nos pregunta:
-Ustedes por casualidad ¿saben que son estas cosas o que es lo que sucede?
-nosotros tampoco sabes que son esas cosas ni lo que sucedió, intentamos ver el noticiero pero lo único que nos decía era que no nos debían morder ni tener contacto con nosotros- respondí.
-gracias, yo también intente averiguar y lo único que se asta ahora es que no importa donde los golpee ni nada siguen caminando, le di siete apuñaladas a uno de ellos y seguía de pie como si nunca le hubiese pasado nada- me contesto.
-yo le dispare en el pecho 3 tiros y también seguía de pie como si fueraze que no se. . . son como indestructibles- dijo Gabriel.
-¿no les molestaría si voy con ustedes?, creo que seria mejor si somos un grupo en el momento de defendernos, yo tengo esta pisto 9 milímetros y este palo de jockey- nos dijo mostrándonos los objetos.
-esta bien- le respondí- pero ¿Cómo te llamas? Y por cierto el arma intentemos no usarla, nosotros también tenemos una, y aparte de la barreta, el machete y una manopla.
-esta bien, y me llamo Leandro- nos responde con mucha amabilidad.
-¿a cuantos mataste y como? Es necesario saber eso así se si confío en vos o no- le dije indiferente mente.
-No se, capas que unos 6, y golpeándolos asta que no se levanten con el palo de jockey- respondió Leandro.
-¿Dónde estuviste?- le pregunto
-estuve en mi casa y preferiría no tener que hablar más de eso por favor- me dijo con los ojos llorosos.
En ese momento le dije nuestros nombres y le mencione que nos dirigíamos hacia lo de la amiga de Gabriel “Florencia”. Leandro sin problema alguno dijo “vamos, en total, mientras seamos más mejor”. Luego de esas palabras emprendimos camino nuevamente, tuvimos que caminar varias cuadras extras para evitar problemas ya que las calles estaban inundadas de ellos, gracias a Dios llegamos (suena irónico mencionarlo a Dios en momento s como esta por que la fe es una de las primeras cosas que uno pierdo al igual que la cordura), y Gabriel rápidamente noto que la puerta de Florencia estaba derribada, él impotentemente entro corriendo y yo lo freno tomándole la remera para que no cometa idioteces, le dije a Leandro que nos espere en la puerta y cubra nuestras espaldas. Gabriel y yo entramos con precaución y el arma remontada, estaba todo revuelto y lleno de sangre y no había ninguno de ellos en la entrada, (lo cual para mi era muy sospechoso por que ella en la llamada dijo que estaban dentro), seguimos revisando; al entrar al cuarto de ella vimos mucha sangre y el cadáver de la madre de Florencia. Gabriel rápidamente va hacia el baño y se encuentra con que la puerta no se podía abrir por que estaba trancada desde adentro, lo cual lo alegro bastante, yo la llamo para que ella abriese la puerta, al no recibir respuesta alguna tocamos la puerta para que Florencia responda; pero sigue sin haber respuestas. Al ver que ella no respondía vemos que por los golpes que dimos a la puerta la madre de ella se comienza a levantar y dirigirse hacia nosotros, en ese instante se abre la puerta rápidamente y al primero que toman del brazo para meterlo dentro de la habitación es a Gabriel.
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Jaula Dorada
Ficção GeralJaula Dorada es la historia de dos jóvenes que sus padres se van de vacaciones mientras que ellos se quedan solos en sus casas. Un día al despertar se encuentran con que el mundo que ellos conocían se acabo y en lugar de ello tenían prácticamente el...