Me importas

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Yo siempre te cuidare

Y aquí estábamos los dos, solo en casa los dos, finalmente descansando. Pensé que era una broma cuando Trish, Fugo y Narancia, dijeron que si yo no regresaba a tiempo me dejarían solo, así que no obedecí y le dije a Bucciarati que iba a llegar tarde.

¿Saben cuál fue mi sorpresa?
Encontrarlo debajo de mi cama.

-Bucciarati, ¿qué estás haciendo allí? - le pregunté, me sonrió y salió

-Te estaba esperando- respondió, cuando lo estaba mirando limpiando sus pantalones blancos -Le dije a los chicos que iría a comprar cosas antes de que nos fuéramos, luego regresé, pero no estabas, así que me escondí aquí... Esperándote, aunque pensé no nos dejarían aquí -confesó y yo solo sonreí.

Bueno, quedarme en casa con él el fin de semana, no era una mala idea... o eso pensé

-¿Hay alguien más contigo?- preguntó alguien detrás de mí, así que me di la vuelta

-No, bueno... no estamos solos- bromeé, intentando sonreír y señalé frente a mí -Aquí está Bucciarati- confesé, pero no estaba seguro de si era una buena idea para mí, que él estuviera aquí.

-¿Mista?- Bucciarati preguntó y le mostré con quién estaba

-Bucciarati, él es un amigo mío ... Leone- lo presente -Leone Abbacchio-

-¿Abbaco?-

-No, Abbacchio... soy Leone Abbacchio, pero tú puedes llamarme Leone-, respondió –Creo que eso no te será muy complicado- bromeó, haciendo que Bruno pareciera un idiota

-Jódete, "Abbaco"- le dije, con un gesto rudo entre manos, sintiendo un golpe de su parte a mi hombro, y nos reímos, al igual que Bucciarati. Sí, como chicos que somos, hacemos bromas pesadas.

-Entonces tu casa está vacía, podemos invitar a las chicas, ¿verdad?- preguntó Abbacchio, yo reaccioné

-¿Mista?- hablo Bucciarati, dándome un tirón al brazo -Mista, no puedes hacer una fiesta-

-Shh, shh- susurré –Los chicos no vendrán hasta el lunes, mañana lo limpiaremos todo, así que relájate, todo estará bien- le dije a Bucciarati

-Amigo, llama a las chicas, vamos a tener una pequeña fiesta esta noche- le alce la voz a Abbacchio, haciéndole sonreír, a la vez que nos dejó solos. Me di cuenta de que Bucciarati está tan nervioso, que te podría confesar, que Bruno era una persona muy correcta, y ésta sería como una aventura.

Abbacchio hizo un par de llamadas, así que quitamos las cosas "especiales" de Trish de la vista y varios amigos comenzaron a venir.

-Mista... no deberías hacer esto- escuche de nuevo su voz, cada vez estaba más nervioso.

-Bucciarati relájate, ¿de acuerdo? - le dije -No es el fin del mundo, solo una pequeña fiesta con algunos amigos míos-le repetí, mirando directamente a los ojos.

-Incluso, ya vi que a algunos les gustas sin siquiera hablarles- le dije, haciéndolo sonreír un poco

-Mista... yo... ¿Puedo decirte algo?-

-¿Quieres conocer a una chica?- me preguntaba, él negó y se alejó de la multitud. Lo seguí mientras dejamos a la gente atrás, bailando y compartiendo bebidas, caminamos hacia la cocina. Abbacchio nos miró.

-Bucciarati, ¿qué está pasando?- le pregunté, se tocó el cuello y se mordió los labios. Nunca lo vi así, estaba tenso, nervioso.

-Bueno...-

Yo te cuidareDonde viven las historias. Descúbrelo ahora