Promesa

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Algunas personas dicen que antes de una tormenta hay un momento de calma. Wu YiFan lo sabía muy bien luego de tantos años de trabajar en un hospital.

Su experiencia le había enseñado que había que temer seriamente de esos momentos de paz, de esos momentos en que lo más grave en la sala de urgencias era algún hombre con influenza y una joven con un brazo fracturado. No le gustaba esa paz porque sabía muy bien que pronto terminaría, sabía que pronto recibirían la noticia de una ambulancia llegando con un caso imposible, alguien a quien intentaría salvar con todos los recursos a la mano y que muy posiblemente terminaría falleciendo delante de él.

Estaba listo, claro, ese era su trabajo después de todo, sin embargo, nada podría prepararlo para ver que aquel paciente "imposible" al borde de la muerte, era nada más y nada menos que el primer amor de su vida, Kim MinSeok.

2 semanas atrás.

La situación en el departamento de la pareja Kim era bastante tensa. MinSeok sabía que JongDae tenía derecho de estar enojado, dolido, triste; estaba preparado para eso. Había pisoteado su corazón sin compasión alguna, había tomado su declaración de amor total y la había arrojado a la basura y lo peor de todo era que no había podido responder cuando JongDae le preguntó, "¿Por qué?".

Dos simples palabras, un sólo cuestionamiento que lo habían desarmado por completo. No había respuesta. No podía darla.

🔥❄

-Dime la verdad, ¿te estás muriendo?

MinSeok miró a su hijo, soltó una risa porque a pesar de todo, el rostro de preocupación del muchacho le parecía conmovedor.

El chisme se había corrido, no culpaba a JongDae de habérselo contado a Sehun, aunque claro que no le hacía feliz que ahora todos supieran, porque claramente Sehun le había dicho a Luhan, Luhan a YoungJi, YoungJi a Daeul, Daeul a MinAh, MinAh a Jongin, Jongin a KyungSoo y para cuando se dio cuenta ya todos sabían, todos estaban enterados de como había rechazado sin piedad a Kim JongDae.

-¿No deberías estar trabajando? Te di una lista bastante larga de pendientes Daeul y no veo que..

-Oh por Dios, realmente te estás muriendo

-¡Nadie se está muriendo mocoso!.. No voy a tener esta plática contigo, es algo entre JongDae y yo, ahora ve a trabajar.

Daeul no pareció satisfecho, sin embargo acató la orden y abandonó la oficina de presidencia. Estaba asustado, recordaba a MinSeok Omma y a JongDae Pa discutiendo en muchas ocasiones desde que era un niño, recordaba especialmente el "incidente" del día de las madres, ese que había terminado con MinSeok huyendo de casa con la advertencia de terminar la relación que tenía con JongDae, pero esto era diferente, esto realmente se sentía como un punto de quiebre definitivo y le asustaba, maldición, sin importar que tuviese ya 25 años, pensar en que sus padres podrían separarse era algo aterrador.

-Un centavo por tus pensamientos, mon ami.

La voz de YoungJi siempre tenía ese toque refrescante que le hacía sonreír involuntariamente; había estado tan metido en sus pensamientos que apenas se había dado cuenta de haber llegado al estudio de grabación.

No estaba de humor para trabajar a pesar de estar bajo de un montón de pendientes y presión. En su lugar se acercó al sofá decorativo que tenía junto a la pared y se dejó caer en él, suspiró de forma lenta y silenciosa y luego miró hacia su mejor amigo. Daeul creía conocer cada centímetro de ese ser humano y aún así, si le miraba de aquella manera, fija y en silencio siempre terminaba por encontrar algo nuevo, algo que le fascinaba y cautivaba de una manera que no comprendía.

OmmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora