Jueves | La Oreja De Van Gogh

III

5 de Marzo del 20014 , Madrid.

Conforme los días pasan mis inseguridades crecen más de lo que estaban y es que ¿cómo yo, Mara J. Armenta, podría gustarle a alguien como ese chico? Y cada vez que lo veía mis ganas de hablarle se iban. Tal vez si fuera el tipo de chicas que aparecen en aquellas revistas de moda podría robar alguna mirada de él, pero no, no soy especial. Ni me acerco a ello.

Está sentado a lado mío, otra vez con la mirada perdida.

Es la primera vez que huelo su perfume y debo decir que he encontrado mi droga perfecta, él.

Hoy es viernes y no soporto su mirada perdida. Hace frío y esa es la razón por la que está con suéter pero en sus dedos también hay cortes.

No puedo evitar el hecho de verlo hasta el punto que si la gente podría violar a las personas con la mirada yo, Mara, lo estuviera haciendo. En este momento él gira la cabeza y sus ojos hacen conexión conmigo como si fuera gris contra marrón. Él tuerce la boca como si intentara sacar una sonrisa en el fondo de su ser y vuelve su vista hacia la ventana donde apenas se logran apreciar sombras.

Mi estómago vuelve a arder sacándome de mi trance.

Aquellos ojos jamás podré olvidarlo y me pregunto que estará pensando en este momento.

Minutos después nuestra parada llega y él se pierde junto con su mochila entre la gente, y yo susurro un:

- Me gustas.

Att.

Mara