VI.

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Jeno se había negado a elaborar en que específicamente era necesaria la presencia de Jaemin, o a que profecía se refería y que sacrificio debía hacer su primo.

- Dejemos esas preguntas para una próxima ocasión, – había dicho el alfa – te acompañare a tu habitación, debes estar cansado –

El omega pelirrosa dejo que el otro lo sujetara a su brazo y lo guiara de nuevo a través del laberinto y finalmente de vuelta al palacio donde lo despidió en su puerta.

- ¿Pretendes entonces que me quede aquí? – preguntó Jaemin cuando Jeno ya se retiraba –

- Tu primo viene en camino, es conveniente – respondió – pero si sabes tu camino puedes marcharte – Jaemin permaneció en silencio y el otro percibió su conflicto y sonrió. El gesto descoloco al omega, aunque debía admitir que tenía una bonita sonrisa con sus ojos en forma de medias lunas – Nadie te lastimara aquí –

El alfa pelinegro tomo su mano y deposito un beso en ella antes de desearle buenas noches y marcharse.

Durmió poco aquella noche, en su mente había muchas preguntas y algo de temor pese a que había sido tratado con la mayor cortesía y el señor del palacio, Jeno, le asegurara que no sufriría ningún daño. Pero, ¿Si esperaba en ese lugar y nadie venia?

Se sentía un poco ido cuando a la mañana siguiente Chenle y Jisung fueron por el para tomar el desayuno.

- ¿No está bien la comida? – la voz de Renjun lo saco de sus pensamientos, lo miro confundido y luego a su plato que apenas había tocado –

- No, está bien – dijo apenado ante la preocupación del otro –

- ¿Seguro? – insistió el de cabellos plateados – Puedo preparar otra cosa –

- Estoy bien – aseguro con una media sonrisa que no convenció a nadie –

- No has comido casi nada – apunto Jisung con el ceño fruncido –

- ¿La charla con Jeno te quito el apetito? –

- ¡Yang Yang! – regañaron a coro –

- Sé que es difícil la situación en la que estas, traído hasta aquí sin saber realmente por qué con respuestas a medias – dijo Renjun – pero ya que hablaste con Jeno podemos responder algunas cosas –

- ¿Dónde estoy? –

- Mulbyeok – respondió Chenle, Jaemin asintió aun sin asimilar del todo aquella respuesta –

- ¿Quiénes son exactamente ustedes? – hubo un silencio en el que todos se miraron unos a otros como consultando que debían decirle –

- Conoces la leyendas de este lugar, ¿Cierto? – pregunto Renjun, el pelirrosa asintió – Bueno, Jeno era el hijo del líder de la tribu que se sacrificó, fue asignado a vigilar este lugar hasta que las aguas sean liberadas –

- Nosotros éramos parte de esa tribu, fuimos elegidos para hacerle compañía, ya que es una espera muy larga y los dioses no querían que se sintiera solo – dijo Yang Yang encogiéndose de hombros –

- Seremos libres cuando tu primo venga a liberar las aguas, - agregó Chenle – aunque no sabemos que signifique eso –

- Pero todo eso fue hace siglos, miles de años atrás quizás – dijo Jaemin incrédulo, aunque en este punto tal vez debería dejar su incredulidad de lado –

- Un dragón te trajo aquí, - señalo Jisung – además aquí el tiempo no transcurre –

- Aun si todo eso es cierto, - "Lo es", susurraron los cuatro - ¿Cómo estas tan seguros que mi primo viene? ¿Cómo siquiera están seguros que es él el elegido? -

Waters of the NorthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora