Te extrañe || LoveRivalShipping.

¿Donde estabas?

Era noche acompañada con una estrellas en el cielo, había una luna llena reluciente que brillaba con intensidad.

Un adolescente de cabellos verdes que estaba caminando por Ciudad Petelia, llendo a una ruta donde había conocido a su Ralts que se convertio un poderoso Gallade, esos recuerdos inundaban su mente, había siempre una imagen que le ponía melancólico, un chico de ojos celestinos como un diamante que brillaba a la luz del sol.

— ¿Donde estás? —  lagrimas se le escapaban de sus ojos, en ese mismo momento tuvo un recuerdo de la última vez que vio a esa persona que cuando le sonreía le hacía sentir tantas cosas.

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Hace un mes atrás

Se escuchaban risas, era una salida de amigos o por lo menos eso veía Brendan ya que a los ojos de Blasco era una cita. Estaban en ciudad Ferrica en el día de los enamorados, ya que ninguno sabían que hacer salieron ese día juntos para pasarla bien, en ese momento estaban haciendo caras graciosas.

— ¡Mira esta! — hablo el entrenador de cabello castaño dándose la vuelta poniéndose palillos chinos en su nariz para mirar a Blasco. — ¡daaah! — movía los palillos chinos que se había puesto en la nariz.

El de cabellos verdosos comenzó a reirse a carcajadas por esa cara que hizo con los palillos, unas lágrimas se le escapaban de tanto que se reía. — Eres tan gracioso Brendan — dejo de reír para mirar a un puesto donde vendían algodones dulces, sus ojos brillaron y comenzó a jalar del brazo al más alto. — Brendan, vamos a comprar un algodón dulce.

El castaño se saco los palillos chinos de su nariz para asentir a la petición de su acompañante así que fueron juntos a comprar ese dulce.
Pidieron el dulce a la señora que estaba encargada, esperaron unos segundos, el algodón tenía una forma de corazón que se les fue entregado.

— Disfruten del algodon dulce, pareja — dijo la señora con una sonrisa.

Los dos tenían una cara de que estaban confundidos pero se despidieron para luego seguir caminando, bueno, eso hacia pensar para que no sospechen del enamoramiento que tenia.

Esa palabra, la palabra Pareja rondaba en la cabeza de Blasco, se había imaginado tantas cosas con el castaño, realmente le gustaba el chico pero no le decía nada ya que tenia miedo de perderlo para siempre.

Brendan se había dado cuenta de que algo tenia preocupado o le molestaba a Blasco así que con mucha amabilidad decidio preguntarle de le que pasaba.

— ¿Te molesta algo? — le pregunto ya que estaba algo preocupado de que le pasaba a su mejor amigo.

Al instante el menor salió de sus pensamientos dirigiendo su mirada hacia Brendan. — Nada, no me pasa nada —respondió a la pregunta, una sonrisa adorno su cara, se acerco al castaño para quitarle la gorra. — ¡A que no me atrapas! —comenzó a correr a una dirección sin rumbo alguno.

— ¡Vuelve aquí, Blasco! — comenzo a seguirlo mientras reía, lo estaba pasando genial y se notaba en su cara.

Pasaron un buen rato jugando de ese modo, obviamente gano Brendan ya que recuperó su gorra. Los dos juntos fueron a las afueras de la ciudad, se sentaron donde había un pequeño lago y estaban hablando lo más tranquilos como siempre lo hacían cuando de juntaban.

De pronto sacaron el tema de quienes le gustaba, el primero que fue en preguntar fue Blasco como siempre.

— ¿Te gusta una chica? o ¿Un chico? —le pregunto esperando una respuesta rápida.

— Por ahora ninguno, nadie me gusta —le contesto recostandose en el césped cerrando sus ojos pensando ahora en una pregunta. — ¿Y a ti? ¿Te gusta alguien?

— ¿A mi? Pues tal vez sea un chico —le comentó para comenzar a jugar con sus dedos. — entiendo si te doy asco por mi sexualidad.

Abrió sus ojos y miro al peliverde, estaba algo sorprendido pero eso tipos de cosa no le generaba asco como muchas personas. — Tranquilo, no diré nada, tampoco te criticare por que te gusta un chico.

— ¿Es enserio? —levanto su mirada mirando a su contrario.

— Claro, la verdad que siempre te vi algo así —dijo tranquilo y despreocupado.

Algo de eso enojo a Blasco ya que le tiró agua fría del lago haciendo que el otro se levantará todo mojado. Pasaron un rato riéndose de cosas tontas que estaban haciendo, de un momento a otro el castaño abrazaba a al peliverde que tenia su cabeza apoyada en su pecho, era un bellísimo momento para el menor así que lo disfrutaba al maximo.

Todo estaba perfecto, algunos illumise y volbeat brillaban en lugar, había un aire de romanticismo. De pronto los entrenadores se estaban mirando, sus caras estaban cerca sintiendo la respiración de cada uno, Brendan esperaba que no iba terminar en un besó, pues penso mal, Blasco lo había besado en los labios uniendo los en un beso que no correspondido por el contrario. Dejó de besarlo, el castaño estaba en shock para reaccionar entonces el verdoso agarro sus cosas algo nervioso para irse antes de pasa vergüenza.

— Lo siento, lo siento ¡Debo irme! — al terminar de agarrar sus cosas para irse corriendo del lugar lo más rápido que le permitían sus piernas.

Entonces reaccionó para levantarse e intentó seguirlo. — ¡Blasco, espera! — lo seguía rápidamente pero no bastaba eso, lo había perdido de su vista.

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Se tocó los labios al recordar el beso, ese día casi fue perfecto pero fue arruinado, ¿Por qué lo besó? , si no hubiera pasado eso el aún estaría con el.

Había preguntado en todos lados hasta los padres y no sabían en donde estaba, el deseaba verlo otra vez una última vez, sentir que esos brazos rodeen otra vez su cuerpo, ver esa mirada azulada y una sonrisa que hacía sentirse bien aunque se sintiera bastante mal.

Extrañaba, el extrañaba esa persona, siempre esperaba que la puerta de su casa se abra y que lo vea para invitarlo a salir algún lado de la región.

Con lágrimas en los ojos se había sentado en el suelo recordando todos esos bellos momentos que a un guardaba con una sonrisa, anhelaba que todo volviera como antes. Comenzó hablar solo, su voz estaba quebradiza como si fuera un vidrio que en cualquir momento cae.

— ¿Por qué? ¿Por qué me dejaste? — se abrazó a si mismo, las lágrimas escurrian de sus ojos celestinos. — ¿Qué hice mal? — se lamentaba, pensaba de que el desapareciera era por su culpa.

Todo estaba mal al punto de vista del peliver, seguía murmurando cosas que nunca podrían ser respondidas.

— ¿Acaso no fui suficiente para tí? ¿Acoso no me amabas como yo a tí? — seguía haciendo preguntas, al terminar de llorar se levantó del suelo mientras de secaba unas lágrimas que le había quedado en su carita.

Algo evito que se fuera de ahí, un pokemon pájaro se había posado adelante de él, un persona había bajado de ese pokemon, Brendan, era Brendan el que bajo de ese pokemon.
El peliverde estaba algo shockeado por lo que estaba pasando adelante de sus ojos, no se lo creía, pensaba que era un sueño pero era bastante real.

— Hola Blasco.

— Brendan ¿Donde estabas? Es que. . .

Te extrañe.