De alguna u otra manera, cuando volvieron al departamento, parecía que su vida había cambiado por completo.
Bueno, es que había cambiado, ¿No? Se había enamorado del vendedor de una tienda de mangas. Él, la persona que menos sabía y disfrutaba del anime y de los mangas, se había enamorado de un experto.
Había sido un amor a primera vista total, quedó tan enganchado a Tanjiro con sólo verlo una vez que no pudo evitar mentirle para que también se interesara en él.
El problema era que ahora tenía que aprender de mangas, ¡Agh! Qué problemático era esto.
Cansado de todo, Muichiro se lanzó al sillón del departamento en el que vivía con sus senpais.
Sus padres biológicos habían fallecido hace muchos años, unos amigos personales de ellos, lo habían adoptado junto a su hermano gemelo Yuichiro. Era una familia acomodada que siempre les habían dado mucho amor y todas las cosas que ellos querían.
Sin embargo, Muichiro nunca logró sentirse como un hijo de esa familia, por lo que cuando pudo se fue a vivir con Tomioka Giyuu y Tsukishiro Sabito, amigos de su padre adoptivo. En el momento en que se fue a vivir con ellos parecía algo genial, a primera vista eran dos personas serias y simples.
Lastimosamente, eso no era más que una pantalla. Los mayores ocultaban el hecho de que eran los otakus más grandes de todo el mundo. Y Muichiro llevaba un año y medio soportando sus estúpideces.
Estúpideces que ahora tendría que aprender por el bien de su nuevo sentimiento. Si quería enamorar a Tanjiro tendría que volverse otaku.
—¡Muichiro-Kun!~—Exclamó Sabito, saltando a abrazarlo.
El pelidamasco se lanzó encima suyo, apretándolo contra el sillón. Quitándole el aire.
—Sal de encima.—Exigió el pelinegro, mientras golpeaba la espalda del mayor—Y abstente de usar el "kun".
—Es que estoy tan feliz de que quieras ser otaku.—Dijo, mientras fingía secarse unas inexistentes lágrimas.—Es como si tuviese que entrenarte para ser el próximo hokage¹.
¿Qué rayos era un hokage?
—No es para tanto, por ahora necesito que me enseñen lo básico para poder mantener una conversación con Tanjiro.
—Y eso es lo que haremos.—Interrumpió Giyuu, el cual dejaba unas cuantas cosas en la mesa del pequeño comedor que tenían.
Curioso, Muichiro se acercó. En la mesa habían un montón de mangas, todos eran tomos de diferentes historias. ¿Tendría que memorizarlos todos?
Las miradas de sus senpais daban algo de miedo, como si estuviesen apunto de realizar la mayor de sus hazañas.
—Siéntate, Muichiro, tendremos la charla.—Indicó Sabito, sentándose al lado de Giyuu.
Al otro lado de la mesa, se sentó el ojiceleste. La situación era un poco ridícula, más que una charla de mangas parecía una introducción a la sexualidad.
—Antes de iniciar todo, Muichiro, ¿Estás seguro de tus sentimientos hacia Tanjiro?—Consultó Giyuu.—¿Son ellos tan fuertes como para entregarle tu todo a los mangas?
¿Qué era esto? ¿Una secta? Los rostros de ambos mayores estaban tan serios que quería reír.
—Mis sentimientos hacia Tanjiro podrán ser nuevos, pero esto estoy seguro de que son fuertes.
—Entonces, ya que has accedido a esto, debemos iniciar.
El ojilila acercó un manga de gran tamaño, en la portada salía "Shonen Jump". Ese era el nombre que le había dicho al pelirrojo.
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Referencias Amorosas|✏|️MuiTan。(Pausada)
Fanfic"Donde Muichiro busca conquistar a Tanjiro usando referencias de mangas". Lo que Tokitou Muichiro menos esperaba era enamorarse del chico de la tienda de mangas, pero así fue. Tras acompañar a regañadientes a su amigo Giyuu a comprar mangas, Muichir...