18. Desquiciado.

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Conducí derecho hacia la casa del jimin.

—Ya, podís sacartelas— le avisé cuando salimos a la carretera.

Se las desamarró como pudo y estaba todo chascón.

Seguimos en silencio hasta llegar al destino. Ahí me estacioné mas o menos cerca.

El Jimin vivía en una zona más acomodada que yo así que no habían muchos autos en la calle.

Se iba a bajar cuando vi a lo lejos una camioneta negra parecida al auto que estaba en mi casa.

—Jimin agachate— hablé rápido —Quédate escondido hasta que te diga.

Me bajé del auto y encaré al culiao que estaba esperando apoyado en la puerta de su camioneta gigante.

—Oye, ¿Qué estai haciendo acá?— le pregunté al Seokjin.

—Vine a ver al Jimin, ¿algún problema?

—No, adelante, ¿por qué no entrai a la casa?— dije pa molestarlo.

—Porque no está, estoy esperando a que llegue.

—¿Y no sabís dónde está? También lo vine a ver.

—No lo sé, tampoco contesta su teléfono.

—¿Será porque lo mandaste a espiar?

—¿Qué?

—Eso po, como podís ser tan desquiciado. El Jimin tiene una vida y ni tú ni nadie tiene el derecho de controlarlo. Déjalo tranquilo.

—¿Pero que te pasa a tí? No sé de dónde sacas esas ideas pero estás mintiendo, además tú y él terminaron, no tienes que preocuparte más por él, para eso estoy yo.

Me acerqué con toda la rabia y lo tiré del cuello de su polera.

—¿Qué? ¿Te arde la verdad?— dijo cerca de mi cara.

Estuve así 👌 de sacarle la cresta ahí mismo, pero apareció el Jimin y me tocó el hombro.

—Yoongi, déjalo.

Miré al Jimin, estaba calmado. Pasé los ojos por el rostro del conchesumadre y estaba riéndose, de repente sentí como el Jimin tomaba mi mano hecha un puño y la acarició.

Me derretí po.

Solté al otro y me hice atrás para que se alejara todo lo posible del Seokjin.

—Jimin, yo vine a verte.

—Sí, ¿Quieres entrar?— el Seokjin asintió y estiró su mano para tocarlo. Por instinto lo empujé hacia atrás —Yoongi, puedes irte, no te necesitamos acá.

Abrí los ojos como dos platos, ¿me acababa de echar? Será po.

Estaba a punto de irme cuando me acordé de lo que me dijo esa mina hace poco.

"Tenís que conquistarlo, ser encantador y romántico"

Podía declararme ahí mismo, y decirle que quiero volver con él, podría mandar a la cresta al Seokjin y sacarle la chucha por todo lo que hizo pasar al Jimin.

Podría ser un bruto y no tener consideración de sus sentimientos y abalanzarme con los míos como si solo yo importara.

Vi como caminaron hacia la reja de la entrada y cuando pasaron a la puerta de la casa, unos gorilas gigantes vestidos de negro tomaron al Seokjin y lo sacaron de la casa y estaban hablando con él afuera.

Entretanto intenté ver al Jimin, como no lo encontré me subí al auto, ya no tengo nada que hacer aquí.

terminamos | yoonmin chilensisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora