YeRim entró al departamento, y se encontró con JinSol mirandola con una mirada seria y algo enojada.
Narra YeRim.
—¿Qué? — le pregunté con una mirada seria.
—¿A dónde fuiste? — me preguntó, enojada.
—Al parque— le contesté sin darle detalle alguno.
—¿Con quién estabas?
Voltee a verla con una mirada seria, no le quería contestar, pues esto no es de su incumbencia, pero sabía que si no lo hacía ella no iba a dejar de molestarme.
—Miré a alguien que conocía— dije seria, mientras me dirigía a mi cuarto.
—Ya te disculpaste supongo.
Maldita, ¿cómo sabe lo que hago?
—No...
Solo escuché un suspiro por parte de ella, voltee a verla y estaba mirando la ciudad.
—¿Todo es igual que antes?
—Si te refieres a la ciudad, si, bueno al menos lo que he visto si.
—... Ya me voy a dormir.
La observé, se miraba cansada. Entró a su habitación y no se escuchó nada por parte de ella.
No le tome mucha importancia y me metí a mi cuarto yo también.Me acosté en la cama, saqué mi celular y comenze a explorar las viejas fotos que tenía en mi celular, y me encontré con una que hace mucho no veía.
Esa foto mostraba a YeoJin y a mi, ella estaba sonriendo como es costumbre, me tenía abrazada lo cual hizo que en la foto tuviera un leve sonrojo y una expresión de sorpresa. Pero a pesar de eso no borré la foto.
—¿Debería mandarle un mensaje? — me pregunté.
Saqué el papelito de donde lo había guardado, anoté el número en mi celular y lo vi por unos minutos.
—Bien.
Comencé a escribirle un mensaje, aunque solo le iba pedir verla de nuevo, no se por qué pero mi necesidad por verla es muy fuerte.
Mensaje:
Hola soy yo, YeRim.
Solo quería saber si estas libre mañana, quiero verte.
Fin del mensaje.
Esperé unos minutos y ella contestó.
Estoy libre a las 4:00 pm. Si quieres verme que sea a esa hora :)
Oh, no sabía que tu urgencia de verme sea tanta n.n mira te mando una foto para que me recuerdes siempre.
Y dicho y hecho, YeoJin me mandó una foto de ella, en la cual al parecer se encontraba en su habitación y sostenía una rana de peluche, se miraba tan infantil pero al mismo tiempo tan adorable.
Suspire y guarde mi celular.
—Hasta mañana YeoJin.
Cerré los ojos y me fui a dormir sin darme cuenta de que una sonrisa se formó en mi rostro.
Narrador.
YeRim despertó, se levantó de su cama y salió de su habitación, miró el departamento el cual se encontraba igual que ayer.
—Supongo que hoy limpiaremos— dijo suspirando.
YeRim se acercó a la habitación de JinSol, abrió la puerta, y vio a su amiga durmiendo tranquilamente, una sonrisa traviesa se formó en sus labios.
—Esto sera divertido.
Miró de un lado para el otro buscando algo que la ayudara en su travesura, hasta que encontro algo útil, tomó un vaso con agua y le aventó el agua en la cara a JinSol, la cual se levantó de golpe un poco asustada.
—¡¿Qué pasa?! ¡YeRim! ¡¿Qué acaso tienes 10 años?!
—No, pero esto fue muy divertido— dijo con una pequeña sonrisa en su rostro.
JinSol solo la miró de mala manera y se levantó. YeRim salió de la habitación de JinSol y entró a la cocina buscando algún alimento, pero no había nada, debido a que se habían mudado apenas ayer, lo que no les dejo tiempo para comprar alimentos.
—Jin, necesitamos salir por algo para desayunar— dijo saliendo de la cocina.
—Sólo dejame arreglarme y salimos a comer algo por ahí— le contestó.
YeRim se miró y decidio ir a cambiarse ella también. Luego de una hora ambas estaban listas.
—Vamos JinSol que tengo hambre— dijo algo desesperada.
—Ya voy, no seas tan impaciente YeRim— respondió acercandose a ella.
YeRim solo la miraba con una mirada seria. Salieron del departamento en busca de un lugar en donde comer.
—¿Dónde sería bueno comer? — preguntaba la mayor mientras miraba a su alrededor.
YeRim no contestó, solo caminaba mirando al frente, ella esta sumergida en sus pensamientos ignorando todos los cometarios y preguntas de JinSol, la cual no tardó en darse cuenta del estado de su amiga y no desaprovechó la oportunidad de vengarse.
—Mira YeRim es YeoJin— dijo apuntando a un lugar al azar.
YeRim salió de su trance y rápidamente volteó a donde apuntaba JinSol para encontrarse con que no había nada, volteó su mirada a JinSol la cual se estaba conteniendo para no reír.
—No es gracioso— dijo con una mirada molesta.
—¿Y si no lo es por qué me estoy riendo? — respondió dando grandes carcajadas.
YeRim sólo la vio seria y siguió caminando.
—Vamos que tengo hambre— apuró la menor.
—Aquí parece un buen lugar— dijo JinSol apuntando a un restaurante al otro lado de la calle.
YeRim miró con detenimiento el lugar, el cual parecía tener un buen ambiente familiar.
—Lo odio— dijo YeRim con una mirada seria.
—Vamos, no iré caminando por ahí hasta que encuentres un restaurante a tu nivel, además yo también tengo hambre— dijo cruzando la calle para ir al restaurante.
YeRim la vio un rato, pero un ruido llamó su atención, volteó su mirada a donde venía el sonido extraño y se percató de que era un auto el cual venía con una alta velocidad y al parecer no tenía intenciones de frenar.
—¡JinSol! — gritó, corriendo hacia ella.
JinSol volteó a ver a YeRim con una mirada confundida, mientras YeRim corría para alcanzar a su amiga.
De un momento a otro vio como el auto pasó enfrente de ella, arrollando a su amiga frente a sus ojos, YeRim frenó en seco, sus ojos se abrieron como si de dos platos se tratase, miró como el auto quedó estampado en la barda de un lote abandonado y como había un camino de sangre de el lugar donde se encontraba antes su amiga y el auto. Le costaba respirar, su vista se nubló y comenzó a temblar involuntariamente.
De pronto sintió una mano posarse en su hombro, ella se sobresaltó un poco, su vista se aclaró y vio a JinSol con una mirada confundida y preocupada.
—¿Estas bien?
YeRim volteó hacia donde se supone chocó el auto y no había nada, volvió a mirar a JinSol algo sorprendida, suspiró aliviada.
—Si, no pasa nada.
Las dos terminaron de cruzar la calle y YeRim volteó de nuevo a donde se supone había chocado el auto, ahí fue cuando algo llamó su atención; en ese lugar había una cruz, y unas cuantas flores secas.
—Entonces eso pasó... — murmuró y volvió a mirar a JinSol.
Ambas entraron al restaurante y comenzaron a comer, pero YeRim no se podía sacar de la cabeza lo que había visto o por qué lo había visto.
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𝐌𝐞 𝐞𝐧𝐚𝐦𝐨𝐫𝐞 𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐟𝐚𝐧𝐭𝐚𝐬𝐦𝐚 | 𝐘𝐄𝐎𝐑𝐑𝐘
Kurzgeschichten"Nada es lo que parece". Esta historia es algo triste, y nos enseña que no todo termina como queremos. ° ° ° © | Vanessa-mlp-yay