OO3︰Somos como niñas, ¿y qué?

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YeRim parecía estar muy pensativa durante todo el desayuno y eso no paso desapercibido para JinSol, quien no desaprovechó la oportunidad para molestar a YeRim.

—YeRim... YeRim... YeRim... YeRim... — decía en susurros.

Pero la pronunciada chica parecía muy metida en sus pensamientos.

—¡Yerim! Vamos— dijo lanzando un pedazo de comida en su cara.

Rápidamente al sentir el impacto YeRim se limpió, y miró a JinSol con una mirada asesina.

—¿Qué demonios? JinSol... esperaba más de ti— dijo con la misma mirada y cruzándose de brazos.

—Vamos ¿Qué esperabas? Estas tan sumergida en tus pensamientos que comenze a aburrirme— dijo cruzando los brazos.

YeRim apartó su vista hacia la ventana y fue cuando vio a YeoJin pasar por ahí al lado de una chica de cabello oscuro, la cual parecía estar hablando al mismo tiempo que YeoJin.

YeRim se paró de la mesa dejando a JinSol un tanto confundida.

—YeRim... ¿Estas bien?

YeRim hizo caso omiso a la pregunta de JinSol y caminó hasta la puerta, salió del restaurante para encontrarse con... nadie. YeoJin y la chica desaparecieron como si la tierra se las hubiera tragado, lo cual le recordó que ella no había comido todavía, así que regresó a su mesa y se sento.

YeRim pudo notar la mirada de JinSol quien exigía una respuesta de el comportamiento de su amiga.

—¿No piensas terminar de comer? — le preguntó la menor a su contraria.

—No, hasta que me digas que paso hace rato.

—Nada, solo quería algo de aire fresco lejos de ti.

—Jaja que gracioso— dijo con notable sarcasmo en su voz.

YeRim y JinSol terminaron de comer y se fueron a su apartamento a limpiar un poco.

—Este lugar es un asco— dijo la peliroja frunciendo el ceño.

—No se de que te quejas, este es tu apartamento.

YeRim no contesto y siguió limpiando. Luego de un rato el celular de YeRim comenzó a sonar, ella lo tomó y miró un mensaje de YeoJin, sin pensarlo dos veces decidió leerlo.

Mensaje:

Hola YeRim.

Espero con muchas ansias nuestra cita luego de un año sin vernos, espero y no se te haya olvidado.

Como sea, te veo luego.
Con mucho amor, YeoJin.

No pienses mal, es amor de amigas.

YeRim guardó su celular y suspiró, lo cual no paso desapercibido para su amiga JinSol, quien no tardó en molestarla.

—¿Qué? ¿Tu novia ya te mandó un mensaje?

YeRim inmediatamente frunció el ceño y miró a JinSol con odio.

—No seas celosa JinSol, al fin y al cabo lo nuestro jamás iba a funcionar.

JinSol miró a YeRim con cara de “No me hizo gracia”.

YeRim miró el reloj y ya casi eran las 4:00 pm.

—Mierda. — dijo mientras corría a su habitación.

En cuestión de segundos YeRim ya estaba con un nuevo atuendo y salió del departamento sin decir una palabra a JinSol quien se quedó con una expresión confundida.

YeRim llegó al parque, fue al mismo sitio en donde siempre quedaban y ahí vio a YeoJin sentada observando una flor.

—Hola YeoJin— saludó mientras caminaba a ella.

—Hola YeRim, me alegra verte. Tengo tantas ganas de jugar como antes— dijo saltando de alegria.

—YeoJin, no soy una cria como para seguir jugando juegos infantiles— dijo cruzándose de brazos.

—Vamos YeRim, no seas una amargada— dijo la menor haciendo un puchero.

YeRim suspiró algo pesada, miró fijamente a YeoJin y al final accedió a jugar con ella.

Comenzaron a jugar a las escondidas, YeRim comenzó a notar que la gente la miraba, pero no le importo.

Pasaban las horas, el juego cambiaba conforme YeoJin se aburría, jugaron a las escondidas, las traes, en los columpios, incluso se subieron a la resbaladilla.

A YeRim poco a poco se le fue olvidando el hecho de que estaba actuando como una niña, pero nadie la culpa, ella estaba divirtiéndose como nunca. Luego de un rato ambas se cansaron y se acostaron en el pasto.

—Jaja esto fue muy divertido— dijo la rubia.

—Si lo fue. — concordó la mayor riendo también.

—Quisiera que todos los días fueran así— comentó la menor con una sonrisa.

—¿Hacer el ridículo un día no te basta? ¿Ahora quieres hacer esto todos los días? Lo siento pero conmigo no cuentes.

—Ahhh.... ¿Entonces dónde esta la diversión?

YeRim la miró fríamente, lo que hizo que YeoJin se asustara.

Ring Ring

El celular de YeRim comenzó a sonar, ella lo tomo y notó que era el número de JinSol, se sentó y pensó en contestar o no.

—¿Ahora que querrá? — se preguntó a si misma con tono de fastidio en su voz.

YeoJin la abrazo por atras, pasando sus brazos por el cuello de YeRim, haciendo que esta a su vez se pusiera algo nerviosa.

—¿Quién es, YeRim?

Aunque YeoJin parecía no tener segundas intenciones, YeRim se sonrojo.

—Es una amiga... — respondió tratando de no parecer nerviosa.

—¿No vas a contestar?

—No a de ser nada importante— dijo guardando su celular.

YeoJin le dio una sonrisa y YeRim le devolvió la sonrisa.

Todo el resto del día se la pasaron juntas, hablando y poniéndose al día. Pasaron las horas y cada quien se fue a su casa.

—Bueno, hasta luego— se despidió la peliroja.

—Claro YeRim. Tal vez la próxima si te de una cita— dijo con una sonrisa.

—N-No seas tonta— dijo empujándola.

Por último las dos se comenzaron a reír, se despidieron y ahora si, cada quien se fue a su casa. YeRim antes de entrar al departamento se detuvo y volteó hacia atras.

—Otra vez no me disculpe— dijo con una sonrisa algo visible.

Abrió la puerta y se encontró a su compañera de piso, sentada con una mirada acusadora y con los brazos cruzados.

—¿Qué? — preguntó de manera seria.

—Ay no lo se... tal vez el hecho de que me dejaste limpiando la casa— dijo sin dejarla de mirar.

YeRim la miró y se encogió de hombros; terminó de entrar a la casa, pasó de largo a JinSol, la cual la fulminaba con la mirada.

¿Dónde estabas? — cuestionó parándose de su lugar y volteando a ver a su amiga.

—Paseando. — dijo sin voltear a verla.

JinSol no aparto la vista ni un segundo de YeRim, pero no tuvo efecto así que se resignó y caminó a su habitación, pero antes de entrar se detuvo.

—... ¿Qué tanto sabes de YeoJin? ¿Qué tanto sabes de su año sin ti? — y sin darle oportunidad a su amiga de contestar entró a su habitación.

YeRim se quedó ahí pensando que era verdad, YeoJin no le dijo casi nada de ella. Sintió un escalofrío recorrer su espalda y volteó para ver la ventana.

—Algo no esta bien... pero no sé que es...

𝐌𝐞 𝐞𝐧𝐚𝐦𝐨𝐫𝐞 𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐟𝐚𝐧𝐭𝐚𝐬𝐦𝐚 | 𝐘𝐄𝐎𝐑𝐑𝐘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora