III

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Narra Shaka:


Otro día más en mi vida, oculto tras las columnas o estatuas del templo observando el ir y venir de los turistas. Tanto tiempo me he dedicado a observarlos desde las sombras que a veces quisiera ir y presentarme ante ellos, tener algún tipo de comunicación y tal vez, sólo tal vez, una amistad, pero sé que no debo hacerlo, por mi bien y por el de mi padre.

Hay días en que siento tanta envidia de aquellos que pueden darse el lujo de viajar libres por el mundo sin que nades ni nadie los detenga. Sueño con el lejano viento de los Himalayas acariciado suavemente mi rostro y revolviendo mis dorados cabellos, con poder recorrer la Gran Muralla China, de pasear por los Canales de Venecia, explorar las antiguas ruinas griegas y muchos otros lugares, sin embargo, no soy capaz de contradecir a mi padre.


Simplemente me quedo ahí, observando...


Cuando ya no encuentro nada interesante de ellos, me alejo lo más silencioso posible, me escapo del templo y me dirijo al lugar donde mis amigos elefantes me esperan, ellos son lo más cercano que tengo a una familia, pues aunque mi padre me visita sin falta cada mes, no es lo mismo a que pueda estar con alguien todos los días, los monjes son muy buenos y amables pero siempre están ocupados con las labores del templo, sino fuera por Naya, Shakti y los demás elefantes de la manada me sentiría bastante sólo.

Es casi fin de mes, lo que quiere decir que mi padre vendrá el próximo fin de semana para estar conmigo, sé que es difícil para él venir y dejar todos sus negocios por pasar tiempo a mi lado pero, no quisiera separarme de su lado cada vez que viene, sé que es un deseo egoísta pero me hace tanta falta que ya no sé qué hacer.

Si sigo así creo que me voy a volver loco, simplemente ya no soporto estar más tiempo en soledad.




Narra Death Mask:

Bien, ya que estoy en este dichoso templo voy a aprovechar para distraerme un rato de mis obligaciones, al fin y al cabo la bruja me dio dos semanas para averiguar qué es eso que trae a este lugar a ese pobre diablo, ¡ja! deseará no haberse cruzado en el camino de estos tipos, no sabe lo que le espera.

Algunos días después...

¡Mierda! Ya llevo aquí casi una semana y no he logrado dar con nada lo suficientemente interesante como para llamar la atención de ese empresario, tal vez y sólo es uno de esos aficionados que se creen que todo lo pueden resolver con rezarle a su Dios o lo que sea.




Narrador:

Por fin había llegado el tan ansiado día para el joven de rubios cabellos en el que su amado padre dejaría de lado todos sus negocios para pasar tiempo con él, se había levantado apenas salió el Sol, se aseó en tiempo récord y preparó su té favorito acompañado de unas galletas de avena que él mismo había hecho la noche anterior, pensando que sería la mejor manera de recibir al mayor; el cual seguramente estaba a nada de llegar.

Sin embargo, el tiempo pasaba y aquel al que esperaba con tanto anhelo no aparecía por ningún lado. Preocupado, el muchacho fue en busca de los monjes superiores para ver si ellos tenían noticias de su padre, pero lo único que recibió fue un "lo siento, no nos ha dicho nada".

Esas palabras solamente lograron alterar más al pobre chico que lo único que podía imaginarse en ese momento era que su papá había sufrido algún accidente o fue víctima de un nuevo atentado y por eso no se había presentado ante él.

¿TURISTA O ACOSADOR? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora