Ahí estaba de nuevo, en el mismo callejón que era necesario cruzar para llegar a casa, otra vez, estaba ahí de nuevo, esa sensación que me recorre cada vez que voy por ahí, sudor frío,agilizar el paso, mirar hacia todos lados, sientiendo pasos detras de mi, sin ver a nadie,miedo, siento miedo, quizás sugestionado, pero justificado, de que alguien vaya detrás de mí y me haga daño.
Por fin, llego a casa, abro la puerta con las llaves que llevaba en la mano hace media hora atrás, camino por angostos pasillos, saludo a Ann, mi abuela, ella sonríe ampliamente mostrando su reluciente placa.
Subo las escaleras hacia mi cuarto, pero me detengo en el espejo que da hacia la escalera desde arriba, ahí estaba yo reflejada, sin sombra debido a la oscuridad, a medida que voy subiendo mientras veo mi reflejo me percato de que ahora sí tengo sombra, pero más fornida que lo que yo alguna vez podría llegar a ser, de la nada mi abuela, que hace un rato estaba sentada en su silla de ruedas me toma del brazo, sonríe y me lanza por las escaleras diciendo algo que no pude entender.