Capítulo 05

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Ian

Encendí a mi preciado y estaba sonando Believer en en la radio.

Iba a llevar a aquella niña a la competencia. Y íbamos bastante tarde.

Dirigí mi mano a la palanca del auto para arrancar, sentí algo toparme, seguramente los papeles que tengo aquí en medio.

Brooke me mira con una mueca. No entiendo mucho a esa chica. La maestra de ciencias y los demás maestros me hablan tantas maravillas de ella, que es la mejor en su clase, que es excelente, que tiene mucho potencial. Pero en mi clase solo diviso poco esfuerzo y poco empeño.

¿Tendrá doble personalidad?

Arranco el coche y salgo del parqueo a alta velocidad. Que me despidan por ello, pero me gusta.

—Wow, tranquilo fiera. —escucho que dice.

¿Tranquilo fiera? Reí en mis adentros.

—Vamos tarde —le di una mirada rápida.

—Vale, pero, ¿tienes seguro, verdad? —cuestiona algo seria, —digo, por si tenemos algún accidente. —dice con ironía.

Aparte un poco graciosa.

—Señorita Brooke, ¿tiene miedo? —pregunté para burlarme.

—André siempre conduce despacio. —contesta mirando hacia adelante.

¿André?

—¿Quien es André? —me permití preguntar.

—Nuestro chofer. —dice ella.

—Lo que callan los ricos. —fanfarroneo.

—¿Que insinúa?, tiene un todoterreno del último año. —dijo del mismo modo que yo hace un momento. —Además, no me gusta mucho, me gustaría conducir yo misma ya que me gusta hacer todo lo mío yo.

¿Así que aires de independencia?

El timbre de mi móvil resuena en algún lugar. Intento buscarlo torpemente en mi pantalón hasta que me incorporo un poco y me lo saco del bolsillo.

En la pantalla veo el nombre de Amer. Una buena sorpresa.

Me lo llevo a la oreja.

—Hola, Amer.

Amer es una chica con la que salí hace mucho tiempo. Nos conocimos en situaciones muy extrañas pero la aprecio mucho en realidad. Obtuve casi todas mis buenas experiencias con ella, pero... luego, no funcionó, por que sí tuvimos una relación.

—¡Iansito! Salgamos hoy, estoy en L.A. —dice a través de la línea.

—¿Hoy? No creo poder, veré si hago un hueco, pero cualquier cosa te dejo un mensaje, —le contesto apenado.

—Qué pena precioso, ¿y qué te parece el domingo?

—Si, el domingo. Vale. Estoy conduciendo así que, hablamos luego.

—Está bien cariño. Bye. —cuelgo con sus últimas palabras en el teléfono.

Escucho otro timbre, esta vez no es mi teléfono. Parece ser el de Davis.

Ella lo toma e inmediatamente habla.

—Escúchame, Chase. Como te vea te juro que te rompo el hocico. —dice con brusquedad a un tal Chase a través de la línea.

¿Chase? Al parecer este es el mismo chico de hace unos días en el instituto.

No es que me interese su conversación, es solo que estamos en un mismo eje y todo entra por mis oídos.

—Un lo siento no arregla que me hayan enviado a dirección por tú culpa, ¿En qué cabeza cabe? Sabes que no tengo que ver con ser chica buena cuando se trata de un buen golpe, así que mas vale que te escondas estúpido.

La miré un tanto estupefacto. Parece ser que ella no tuvo culpa, y ahora me siento un tanto mal por ello.

Hizo una mueca en mi dirección.

—¿Estamos llegando ya? —preguntó colocando su móvil en un lugar por la palanca.

Le asiento.

—Ya llegamos.

Abro la puerta y salgo del auto... Espero que ella de lo mejor.

~~~

Nuestro instituto ganó el concurso. Brooke lo ganó.

Es buena, pero no la consideraré como excelente hasta que no lo demuestre en mi clase, no tomaré en cuenta que lo sea en todas las demás.

Nos encontrábamos ya en el auto camino a... su casa. Es mi alumna y debo de llegarla sana y salva según lo que me había dicho la directora.

Cuando llegamos se bajó del auto y me detuve a ver la mansión que tiene como casa.

—Gracias, por traerme. —escucho que dice mientras empuja la puerta.

—Fue un placer, hiciste un buen trabajo. Nos vemos mañana. —le digo con una rápida mirada.

Asiente.

Brooke

Me dirigía a la entrada de casa.

Fue un poco extraño este día conel profesor. Pero muy sinceramente, no esperaba tener contacto con él o hablar con él, por que los pocos diálogos que hemos tenido, han sido raramente raros.

Papá no estaba, me había avisado temprano en la mañana, que la excursión iba a terminar muy tarde. Es algo normal.

Lo primero que note al entrar fue silencio.

Subí y entré al baño de mi habitación. Active el calentador, me quite todo, y me adentré a la ducha.

Nada mejor que esto para el estrés.

Y de pronto pensé en su cabello levemente girado hacia un lado, y sus ojos... era hipnotizante.

¿Pero que estoy diciendo? Estoy en mi tiempo libre. Dejare de pensar en él. Y ya saben a quién me estoy refiriendo.

Salí de la ducha y me vestí con algo bastante cómodo. Bajé a la planta baja y vi todo el panorama, ahora si no tenia nada que hacer. Ni siquiera el personal de la casa estaba, los viernes son sus días libres.

Fui a la cocina y tomé unos cheetos que había comprado y no había comido. Subí con ello en mis manos. Me gusta comer este tipo de cosas cuando estoy aburrida.

Cuando llegué a mi cuarto encendí la tv, coloqué Netflix, y encendí el aire acondicionado. Me abalancé en la cama con mis cheetos en mis manos y por último apagué las luces.

Esto es vida.

Mr. DonovanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora