Capítulo 02

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Brooke

Estaba caminando hacia el laboratorio de ciencias de la escuela, era miércoles y los miércoles tocaba digamos que... tener una exposición tipo "clase impartida" en lugar de la maestra Jones pero claramente con su supervisión. No sé por qué pero hoy me sentía realmente bien, había empezado el día con buenas vibras.

El timbre de notificaciones de mi teléfono se hizo sonar. ¿Nadie puede respetar mis valiosas horas para aprender en la escuela? Eran tres mensajes de Chase.

Hola, bb.
¿Puedo verte hoy? No tengo tiempo de verte en otro lugar así que iré a tu escuela. <3

Chase era... que digamos el chico más popular del instituto. Lo era, porque se había graduado y terminado el instituto. ¿Que por qué me escribe? Pues, como cualquier adolescente crédula, enamoradiza y un poco rebelde, me gustaba su chispa de el chico "conocido y deseado", me di cuenta de que yo le causaba eso también y al cabo de un tiempo me sugirió ser su novia en medio de un baile. Estuvimos juntos hace mucho tiempo, y relativamente corto, al notar que él y todo su alrededor era increíblemente pedante y narcisista, entonces ese es el final. Y por lo que he alcanzado a procesar, aún sigue interesado.

Decidí ignorar el mensaje, ¿para qué me quiere ver? Dah. Cuando entré al salón, desterré todos esos pensamientos. Resueltamente abrí la puerta y entré.

—Buenos días,—dije inmediatamente al entrar y tomé una bata de las que estaban colgadas en la pared. —Como ya saben, hoy experimentaremos con el carbono y sus propiedades. ¿Alguien recuerda algo sobre este tema cuando la Sra. Jones lo impartió, que pueda compartirlo hoy para refrescarnos la memoria? —hago una pregunta abierta. Un chico rubio que se hace el muy chistoso de nuestra clase, levanta su mano.

Asiento.

—¿Clark?

—Yo sí, que se ve muy sexy con esa bata. —dice él a lo que los chicos ríen y murmuran entre ellos cosas extrañas, por otra parte las chicas lo miran raro. Mis ojos se agrandaron mientras llevé mi mirada al suelo.

Adiós buenas vibras.

~~~

—¿Tan buena se dio tu cita? —le pregunte a Kate mientras me llevaba una patata frita a la boca.

—Pues... me sorprendió mucho. —contestó con cara de sorpresa.

—¿Vas a pasar el rato con él o esto va enserio?— pregunté sin ninguna intención de presionarla ni nada, solo por simple curiosidad. Ella dejó de ver su plato y me miró.

—No sé, Brooke, creo que se lo dejaré al destino. —dijo y se encogió de hombros, continuó devorando su derretido.

Giro mi cabeza hacia un lado.

—¿Enserio estas palabras están saliendo de la boca de Kate Samuels? —me rio de ella. —¿destino? quiero conocer a ese chico. —termino de decir y ella también ríe conmigo.

—Claro que no, boba, estaba bromeando. Creo que solo pasaremos el rato.—dice.

El timbre resuena en la cafetería de la escuela.

Siempre he dicho que los sonidos que emiten las campanas de las escuelas deberían de ser un poco más pacíficos, de modo que los estudiantes no maldigan todos los días debido a ello, por que en realidad yo lo hago.

En otro tenor entré a la clase, Kate entró primero y poco después llegué detrás de ella. Ya estaba en el salón de clases cuando tiró alguien de mi brazo derecho que me hizo girar bruscamente.

Me encontré con el rostro de Chase a centímetros de el mío, lo siguiente que sentí fueron sus labios haciendo contacto con los míos profundamente.

Tardé cinco segundos en procesarlo. Me besó fuerte. Podía sentir su lengua cayendo en mi garganta.

Puse mi mano en su pecho y lo empujé hacia adelante con fuerza para mantenerlo alejado de mí.

¿Qué hacía aquí y por qué rayos me besa?

—¿Qué estás haciendo, Chase? ¿Qué diablos haces aquí? —refuto enfadada. ¿Qué le da derecho a hacer lo que hizo?

—No me respondiste los mensajes, y además no pensé que te ibas a enfadar... es que moría por verte—hace una mueca y levanta ambas manos en modo de rendición —wow, lo siento. —Me giré y vi a todos observando la escena.

—Señorita... —escucho una voz masculina detrás mío. Al girarme, me sorprendí.

Un tipo alto, fornido y de muy... bastante buen aspecto podría decir yo, se dirige a mí.

—Acompáñeme a dirección.

—¿Espere, pero por qué? —reclamo intentando comprender.

—En este instituto no se permite hacer escenitas como esas en público. —me agarra del brazo y me arrastra, literalmente, a detención.

—Pero nunca he estado en ese lugar por estar en problemas. ¡No lo hice apostas! ¡Él me besó! ¡ÉL LO HIZO!—cuenteo tratando de que me escuche quien sea que fuese él. —Además, ¿donde está el señor Cooper? ¡Usted no es nadie para llevarme a detención!

—El señor Cooper ya no trabaja aquí señorita. ¿Por qué hace tantas preguntas? —Este intenta arrastrarme y yo intento mantener mi cuerpo pesado y firme para ganar tiempo u evitar avanzar.

¿Cómo que ya no trabaja aquí? Ayer estaba aquí.

—¿Y quién rayos es usted? —me atreví a soltarme de su agarre. El se giró y me encaró.

—Señorita, aprenda a respetar un poco. Soy Ian Donovan, su nuevo profesor de matemáticas.

Mr. DonovanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora