Extinto (FURRY YAOI)

Capitulo 2

Mi primera clase "principios de la informática", se que suena ñoño, pues ¡Si lo es! Y me encanta, estoy muy contento.

Salí de la habitación, mis compañeros Julio y Kevin ya se habían ido, el tigre estudio Educación física, lo cual me respondió a porque tenia ese cuerpo tan musculoso siendo un beta. Por otro lado, Kevin estudia Historia, la verdad no me lo imaginaba, pero bueno "no se puede juzgar un libro por su portada".

Cuando iba caminando por el pasillo, obvio tratando de no escuchar los comentarios de los otros animales sobre mi especie y mi extinción, debo admitir que aun no me acostumbro del todo. Pero no puedo hacer nada al respecto, ósea podría teñirme mi pelaje, pero me encanta mi color blanco, fácilmente me podría camuflar en la nieve. Además, el cambiar mi color sería no aceptar mi pasado y yo estoy muy orgulloso de ser un gato andino.

La universidad es enorme y además esta muy bien equipada, tiene buenos laboratorios, los mejores profesores y todas la infraestructura esta construida para toda clase de animal, desde el más pequeño roedor hasta el más grande elefante, aunque pocas esas especies por lo que he visto.

Lo que me he percatado que aquí también hay segregación por razas y creo que también por orientación, pues he visto muchos grupos de alfas caninos o alfas felinos, como grupos de omegas o grupos de betas. Pero no parece ser un tema, recuerdo mi escuela anterior...

UN PEQUEÑO RECUERDO DE TEO

Recuerdo que en mi escuela las cosas eran diferentes a mi presente, estudie en una escuela especial para felinos de cualquier orientación.

Solía estar solo la mayor parte del tiempo, pues como una especie extinta nadie suele acercarse por rumores u otros comentarios muy desagradables sobre mi estado de omega. Me acuerdo de que a los 16 fue mi primer celo como omega, fue horrible, pero agradezco que ocurrió en mi casa, pero la sensación de necesidad por estar con un alfa me carcomía por dentro.

Cuando sufrí mi primer celo, mi cuerpo empezó a cambiar, tuve más cintura y me creció la parte trasera, por lo que recurrí a usar polerones grandes o camisetas de gran tamaño para que nadie viera. Pero cuando llegue a la semana siguiente al salón de clase muchos de mis compañeros me empezaron a hablar, me empezaron a invitar a sus fiestas, querían que me uniera a sus noches de juegos. Nunca accedí pues sabia que era por mi nueva condición de omega, y como raza casi extinta, me veían como un trofeo digno de tener. Lo bueno es que mis padres antes de morir me enseñaron como enfrentar estas situaciones tan complicadas.

Siempre recordare a ese tigre naranja, tan odioso, que me acosaba hasta el punto de seguirme hasta mi hogar después de clases, era guapo, pero no creo que haya tenido mucho cerebro, creo que solo pensaba con la entrepierna. Pero la peor situación con el fue...

- Hola Teo – me acorrala el tigre naranja contra la pared de un callejón

- Hola... Alex... - le respondí con algo de miedo pues realmente era mucho más grande que yo, con suerte tenia la altura hasta sus hombros, entonces que me tuviera contra la pared era un tanto complicado.

- Sabes... lindo gatito blanco... me gustan mucho las hembras de nuestro curso – me dice con una cara de ganador *comencé a oler*

- Alex... ¿estás en celo? – eso era muy malo, un macho alfa en su primer celo, se vuelven un poco agresivos. Pero se supone que este tigre estaba interesado en las hembras, por suerte soy macho.

- Pues creo que sí, es mi primer celo como alfa - *toma mi cintura por debajo de mi gran polerón* ¡mierda! Esto no es para nada bueno

- Mira Teo, que linda forma tienes, bueno en anatomía animal no enseñaron que los omegas sueles modificar sus cuerpos para satisfacer a los alfas ¿Por qué escondes tan linda figura?- *empezó a tocar cada vez más abajo hasta llegar a mi parte trasera y se coloco a jugar con mi cola* lo cual es un ofensa para un felino si no es consentido

- A...l...e...x por... favor... suelta mi cola – de verdad quería que me soltará, pero cada vez soltaba más feromonas de alfa y me empezaron a afectar.

*Me soltó y me quedo mirando con cara de espanto*

- Teo... si le dices a alguien sobre esto, TE MATARÉ – claramente se dio cuenta que me estaba tocando de forma deseosa, claramente no quiere que su primer celo sea con un omega macho. Eso es un alivio *suspiro de alivio*

*Alex se fue corriendo*

*Me puse a llorar*

-Estuve a punto de ser violado por un idiota, que claramente me hubiese matado después-

Me fui corriendo a mi casa y me encerré en mi cuarto. Luego de esa situación cada vez que me encontraba con ese animal me golpeaba o se burlaba de mi... inmediatamente luego de eso todos comenzaron a hacer lo mismo. Transformando lo que me quedaba de escuela en una horrible experiencia.

Todos se empezaron a separar en alfas y omegas, mezclados con betas, pero los grupos se segregaron mucho por la orientación de los integrantes. Eso hizo complicada la convivencia en los salones. Por suerte nunca me uní a algún grupo, solo tenia un par de compañeros de estudio y nada más.

FIN DEL RECUERDO DE TEO

Creo que no lo mencione, pero soy un omega que le gustan los alfas machos, es una característica bastante importante que olvide mencionar cuando me presente *risita*. Y pues ya que estamos en esto, también cabe comentar que aún soy virgen.

*Me sonroje* solo con pensar en lo virgen y ñoño que soy

*Choque contra un abdomen duro y grande*

- ¡Oh! Lo siento, no era mi intenc... - ¡MIERDA! Esto es un mal chiste cierto

- Veo que el gatito blanco sigue siendo igual de ñoño y torpe – dijo un tigre naranja gigante frente a mi... adivinen... el maravilloso Alex, pero es como 3 veces el animal que recordaba

- Hola... Alex... lo siento... me voy - *esquive la mirada amenazante del tigre* y lo esquive para seguir mi camino

Pero me toma del brazo con mucha fuerza, realmente me dolió y me mira fijo a los ojos. Sus ojos eran anaranjados y muy grandes

- Teodoro espero no encontrarme contigo a solas, porque trapearé el suelo contigo – eso realmente sonó amenazante y lo creo capaz de hacerlo. Pero no entiendo el odio que me tiene, es un poco extraño que un felino odie tanto a otro felino.

- Esta bien... Alex... no me verás... no te preocupes – intente no tener la voz tan de cobarde, pero este si quisiese me rompe los huesos con sus garras

*Me soltó y caí al suelo*

Automáticamente entre corriendo al salón y todos, ósea todos, me quedan viendo por que estoy con los ojos brillosos porque quiero llorar...

- Que vergüenza –

No vi a nadie y solo me dirigí a un asiento casi al fondo del salón.