❛Lazo Sanguíneo❜ | ShiIta

Exótico

Capítulo 8: Exótico

Todavía faltaba un poco más de una hora para que el astro rey decidiese salir a iluminar una vez más aquel lado del planeta. Sus armas y otras herramientas ninja se hallaban todas prolijamente ordenadas, había comido lo suficiente como para no preocuparse por varias horas de su estómago, y finalmente había regado la única planta que cuidaba con tanto esmero, el macetero se encontraba junto a la ventana, sus pétalos púrpuras resaltando entre el pálido color del cuarto. Al asegurarse que todo estaba en orden, no perdió más tiempo y salió de casa, despidiéndose silenciosamente de toda su familia como lo venía haciendo hace años.

No tardó mucho en llegar a los cuarteles, más específicamente, su nueva sección. Con algo de pesadez comenzó a quitarse la prenda superior, por lo general solía usar su camisa del clan para ir a las misiones, sin embargo, esta semana había olvidado lavar su ropa por mero descuido, así que debía optar por la prenda tradicional del uniforme. Casi no había prestado atención cuando escuchó como la puerta del cuarto se abría y posteriormente cerraba, una voz masculina resonó en un "buenas", e Itachi se limitó a asentir en silencio. Una vez tenía el torso cubierto con la camiseta del uniforme procedió a colocarse la armadura, el sujeto que había entrado se había posicionado en el casillero de al lado, una mirada por la orilla del ojo fue suficiente para saber que era el mismo joven castaño de ayer.

Aún faltaban varios minutos para que los restantes miembros llegaran, así que el menor de los presentes optó por tomar asiento en la larga banca que estaba posicionada junto a una de las paredes. A los pocos minutos Tenzō hizo lo mismo en la otra esquina de la banca, dejándoles a unos cinco pies de distancia, luego de un rato Itachi notó que el joven adulto le había quedado mirando, examinándolo. Al principio no le había tomado importancia, pero luego sentir los ojos de un casi extraño encima le pareció incómodo, hasta algo molesto, por lo que ladeó la cabeza con las cejas levemente fruncidas.

—Disculpa, ¿Pero te ocurre algo conmigo? —preguntó con calma, por obvias razones no deseaba entablar una mala relación con sus compañeros.

Casi de inmediato atrajo la atención de su compañero, quien ahora lo miraba directamente a la cara.

—Oh, lo siento no quise incomodarte —replicó el castaño haciendo un ademán con las manos—. Tú... me llamaste la atención, es todo —añadió con una avergonzada sonrisa.

Itachi no sabía si era la forma en que lo había expresado o por alguna otra razón, pero aquello le había sorprendido, aunque claro, no lo había demostrado con sus gestos. Sus cejas se relajaron formando una expresión casi neutra, sin embargo, fue inevitable sentir un poco de calidez en sus mejillas. El menor giró su rostro de nuevo, y guardó silencio durante los próximos minutos.

Lo único que deseaba ahora; era que esta misión terminara lo más pronto posible, y lo único que le daba tranquilidad por el momento, era que ayer por la noche Shisui le había asegurado que le estaría esperando allá cerca del río Nakano. Según la información recibida; la misión no debía durar más de medio día, luego de haber recordado aquello fue imposible librarse de las memorias sobre lo que había ocurrido, la forma en que se había expuesto frente a Shisui, y luego él sonriéndole como si jamás le hubiera hecho daño.

La culpa aún no lo abandonaba, no del todo. Y lo peor, es que no sabía si algún día ocurriría.

[...]

Los demás miembros de su equipo no tardaron mucho más en aparecerse, así que tomando el rol como capitán les pidió que prestaran atención al plan de acción que había comenzado a idear desde que le otorgaron toda la información disponible. Su misión era sacar del territorio de la Hoja a unos mercenarios que se presumía; habían sido contratados por la Arena. El objetivo era simple, tratarían de actuar de la forma más pacífica que se les permitiese, y en caso de no poder tratar con ellos, se aplicaría como último recurso la violencia.