❛Lazo Sanguíneo❜ | ShiIta

Compasión

Si quieren sentirse como yo cuando escribí el final del capítulo, les recomiendo colocar el video cuando se muestra un (*) unu

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El sol todavía no se alzaba y el alba estaba lejos de las intenciones de los ninjas que trabajaban tras las sombras. Era tarde para cuando ambos líderes de los escuadrones decidieron volver a la vista de los demás. Nadie cuestionó nada, al menos en voz alta. Porque probablemente más de alguien se preguntó la razón de sus ausencias, pero sencillamente se limitó a creer que los Uchihas estaban discutiendo algún asunto referente a los resultados de la misión; rellenando reportes o cualquier otra tarea a la que los capitanes estuviesen responsabilizados. Y es que, nadie dudaría de sus sentidos de convencionalidad. Nadie pondría en tela de juicio el tipo de relación que ellos compartían.

Itachi saltó del árbol donde pasó la mayoría del tiempo, observando el perímetro, a alguna ave que se posara cerca, o simplemente a contemplar a Shisui compartiendo con sus compañeros de equipo, entre ellos, dos ninjas a quienes él mismo, en más de una ocasión, se encargó de resguardar sus espaldas. Recordaba el nombre de la única chica del grupo, pero con el de los demás ni siquiera lo intentó. Incluso, hasta donde tenía presente, el equipo de su primo solía ser más reducido, pero aquello era un detalle irrelevante.

Lo que realmente captó su atención fue la buena convivencia que Shisui construyó con sus colegas, no es que le sorprendiera; en lo absoluto, su mejor amigo siempre había sido bueno con las personas. A pesar de tener una gran inteligencia, Shisui no compartía el mismo talón de Aquiles que Itachi. A diferencia de él, el mayor podría deleitar a cualquier clase de persona con una interesante charla; hablaría de comida, de alguna experiencia misteriosa en una misión, de un libro que recomendaría o del significado de las pequeñas cosas en la vida.

Y eso hacía que una liviana y agradable sensación se esparciera en su pecho.

Verlo reír por lo que contaba, sonreír como si nada le importara.

Itachi sacudió un poco sus ropas de la suciedad del árbol y se mantuvo bajo la sombra que le regalaba el mismo. Mientras veía como sus últimos colegas apagaban la disimulada fogata en el suelo, el Uchiha sintió su intuición llamarle. Entonces, con un movimiento sutil, se giró, encontrándose una presencia que había tratado de evitar desde que colocó un pie sobre los cuarteles esta semana. No porque le temiera, sino por temas de tiempo. Pues realmente no deseaba escuchar lo que sea que Tenzou tuviera que decirle. Y con la misión finalizada, su presencia cerca despertaba en él cualquier cosa excepto interés.

— ¿Los capitanes no deberían comunicarles a sus colegas lo que sea que hayan discutido?

La ligera arruga en el entrecejo de Itachi dejaba ver su descontento con las palabras que había soltado el hombre. El adolescente prefirió no perder su tiempo y se giró en la posición que había sostenido hasta ese momento. Tenzou no dijo nada más, sin embargo, eso no resguardó a Itachi de sentirse amenazado.

Él lo sabía.

Claro que lo hacía, había mantenido los ojos en Itachi por mucho tiempo y haberlo evitado le había dejado a libre albedrío. En ese instante, Itachi sopesó la posibilidad de que les haya espiado, en especial, durante aquel momento de vulnerabilidad. Rememorando como Shisui lo sujetó ayer, la sensación de alguien cerca no se hacía en sus recuerdos, ni siquiera cuando lo siguiente de las horas lo pasaron con sus pies en el río, conversando de lo que habían sido sus semanas. Movió un poco la cabeza en negación, Shisui era mejor sensor que él, y si Tenzou hubiera estado alrededor, él lo hubiera percibido.