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Kakashi se despertaba otra madrugada al no sentir el cuerpo de su novia en la cama, estiró su brazo hasta su lado y comprobó sus pensamientos al notar la cama vacía
Miró hacia la ventana donde ella solía sentarse a esas horas pero al no encontrarla allí soltó un largo suspiro
— Sucedió otra vez —se dijo así mismo para levantarse de la cama y dirigirse a la puerta de su casa
Vio por una de sus ventanas hacia el frente de esta y encontró a Hayami sentada en la entrada con su cabeza entre sus rodillas
Soltó otro suspiro y se dirigió a ella
— ¿Qué haces aquí Hayami? —él sabía perfectamente que hacía allí pero de todos modos le preguntó para que ella le cuente de que se trataba esta vez
— Nada solo... Tuve otra pesadilla —la chica levantó su cabeza y miró hacia el cielo
— Hayami... Ya te dije que son solo eso, pesadillas, no te harán nada, no tienes que salir a estas horas por las mismas —Kakashi se sentó a su lado
— Ya lo sé pero cada vez se repiten más y no puedo soportarlo
— Pero Hayami- —la castaña lo interrumpió
— Te pierdo en ellas Kakashi, de distintas formas —ella dirigió su mirada hacia la de él y el peliplateado pudo notar la tristeza en sus ojos — Y no solo te pierdo —ella siguió — La muerte de Obito aparece en ellas, el como él me prometía que todo iba a salir bien, el como se despidió de mí, como su cuerpo era aplastado por esa gigante roca para luego ser nuevamente aplastado por más rocas —Hayami volvió a poner su cabeza en sus piernas — Yo... En serio lo extraño, cada día ese sentimiento se intensifica y hace que no pueda seguir, pero luego apareces tú y haces que me olvide por momentos de eso, perdí a muchas personas que amaba y si pasa eso contigo yo realmente no sé que haría, no lo soportaría —no supo en que momento pero había comenzado a llorar
— Hayami... Tranquila —acercó sus manos al rostro de su novia y limpió sus lágrimas — Estoy aquí contigo y siempre lo estaré, ahora que por fin estamos juntos, jamás te dejaré sola —le dedicó una sonrisa y ella pudo notar el amor que había en esta
— Solo... Promételo Kakashi, promete que siempre estaremos juntos, pase lo que pase, si terminamos o no, prométeme que siempre estarás a mi lado —la castaña puso sus manos encima de las de él
— Te lo prometo Hayami —se levantó y agarró a la chica en estilo princesa — Vamos adentro, tu cuerpo está helado y no quiero que te enfermes —Hayami se acurrucó en el pecho de su novio
— También lo prometo Kakashi, estaré junto a ti hasta el último día de mi vida —cerró sus ojos y se acercó aún más a su cuerpo
Kakashi no dijo nada y se dirigió su habitación
La recostó en la cama, la tapó con su frazada y se acostó él a su lado
Ella ya había cerrado los ojos mientras que él se dedicaba a observar cada parte de su delicado rostro
Ella era hermosa, no lograba comprender el como lo eligió a él
— Te amo Hayami, realmente lo hago —dijo para luego caer dormido
La chica abrió sus ojos lentamente y ahora era ella quien lo observaba a él
Lo miraba detalladamente, desde el inicio de su cicatriz hasta el pequeño lunar que adornaba su quijada
— Yo también te amo Kakashi —se acercó a él y finalmente se durmió
A partir de esa noche, Hayami no tuvo más pesadillas en donde perdía al ser que más amaba con todo su corazón
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