𝑁𝑜𝑐ℎ𝑒𝑠 𝑙𝑎𝑟𝑔𝑎𝑠 [+18] {ᴊᴍ + ʏɢ}

N° 01

Él pelinegro llamado Min Yoongi, una de las personas ricas del todo U.S.A. Estaba sentado en su escritorio, esperando a que la siguiente persona pasara por la entrevista de ser su secretario. Se levante de su asiento, cogió un pequeño vaso sirviendo alguna bebida alcohólica, no tan fuerte.

Se escucharon leves toques en aquella puerta de madera para así dejar ver a la persona que entraría para ser digno del trabajo. Hizo una leve reverencia para así seguir caminando y sentarse en una de las sillas enfrente de aquel hombre apuesto y mayor que él. 

-Buenos día. Jimin, Park Jimin. - se presentó.

-Asiente ‐ Bien, dame tu currículum. - extendió las manos y recibió el currículum. - Bien, cuéntame de ti.

-Bien, tengo 24 años - Habló el pelirosa - Nací en Corea, he vivido ahí desde que tengo memoria. Y viaje aquí; Estados Unidos para tener un buen trabajo - aclaro -.

Mientras pasaba el tiempo, le daba una pequeña biografía de si mismo. El pelinegro, lo escuchaba con atención.

Pov's Yoongi ~

Mire con atención su currículum, valla estaba casi perfecto. Hablaba seis idiomas contando su idioma natal; inglés, español, japonés, francés, coreano, ruso. Había terminado de dar una pequeña biografía de si mismo; ya saben, sus gustos, sus títulos y más. Nada importante para ustedes.

- Bien - Te daré la oportunidad de tener el trabajo, tomalo ya que no hago esto. - Confesó -

Quiero aclarar que no soy de dar empleos así porque si, pero porfavor. Mirenlo dan ganas de comerlo a besos y acostarlo en mi escritorio mientras cojo, y saben a lo que me refiero. 

- Gracias - sonríe, se levanté y estrechó su mano con la mía -.

Solo asenti, él salió de la oficina. Suspire y bebí de mi bebida, relamiendo mis labios.

-Mierda, es muy sexy. - Pensé.

El hombre se quedó mirando aquella puerta semi-abierta. No podía sacar aquel chico de sus pensamientos, el pantalón negro y ajustado apretar sus caderas dejando ver con mucha claridad su redondo trasero hacia que aquellos pensamientos morbosos llegaran a él y quería que aquellos se hagan realidad.

Conducía hacia su hogar para así adentrarse a su habitación y desvestirse. El agua caliente bajaba por todo su cuerpo, haciendo que nuevamente sus pensamientos fueran interrumpidos por aquel chico peli-rosa. Queria tenerlo en sus brazos, no para darle amor, si no, para enterrarle su verga y escuchar sus gritos pidiendo más.

- ¿Park Jimin, eh? - Murmuró mientras las gotas de agua caían en su cuerpo.