después de cinco putísimos días me ha llegado la inspiración, no sabía qué hacer con este pedazo de canción, así que estuve en un percance creativo.
perdón de todo corazón kqhdiqqi 😔💞 los amo.
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raúl aprovechó las últimas semanas que le quedaban para quedarse en casa y observar a su vecino, tanto física como virtualmente (sí, tenía su twitter, ¿cómo? no vale la pena contarlo).
y no pensó que las clases fueran tan difíciles ese último año, y no lo eran (excepto historia, esa mierda era sumamente difícil para él) sin embargo, el problema de sus fallos en los cursos era nada más y nada menos que borja.
el bonito vecino que no paraba de darle paros cardíacos cada vez que sonreía, y cómo no, su sonrisa era lo más lindo del mundo.
felizmente ningún profesor le llamó la atención por andar tan distraído, pero eso no significaba que se salvaría todo el año.
—oye, raúl, ¿qué coño te pasa?—rubén enarcó una ceja mientras lo miraba seriamente, comiendo un plátano—estás muy distraído desde que iniciaron los clases y ya casi no nos prestas atención.
david asintió, comiendo unas tajadas de kiwi, espera... ¿kiwi?
—¡david hijo de puta! ¿por qué comes mi comida?—reclamó raúl enojado.
—estabas tan distraído que simplemente las tomé, no quería que se malograran—respondió con simpleza, comiendo otra tajada—y por cierto, comida que veo, comida que saboreo.
raúl suspiró para después pararse e irse a comprarse lo que sea que encontrara en la cafetería.
sólo esperaba que fuera la hora de llegar a casa de una buena vez.
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—joder, qué horrible día, ¿qué tal estás, guapo?—saludó a su queridísimo pollo, quién había cerrado los ojitos en señal de cariño hacia su amo.
raúl sonrió hasta que vio un huevo en el jardín.
—vamos frederick, deja de poner huevos, mira todos los que tenemos aquí—dijo abriendo un cajón en donde habían 3 bolsas llenísimas de huevos.
el pollo sólo se fue para atrás, ignorándolo.
raúl soltó su vigésimo suspiro del día y se dispuso a tirarse en el sofá a dormir, la tarea para luego, es más, para mañana a primera hora, se la pedirá a rubén.
estaba a punto de cerrar los ojos cuando alguien tocó la puerta.
muy fuerte.
—¡raúl, ayúdame por favor!
al escuchar esa voz se levantó rápidamente, importándole muy poco su aspecto y abrió la puerta.
allí vio a borja jadear como si hubiera corrido cien vueltas a toda la cuadra, con los ojos llorosos y el cabello ligeramente despeinado. tenía dos cortes en el rostro lo cual le hizo temblar un poco.
su aspecto era horrible.
—¿¡qué demonios te ha pasado?!—exclamó furioso, le partiría la cara a cualquiera en ese preciso instante, y no le importará su baja estatura.
chiquito pero peligroso.
—e-ellos—empezó a contar borja, todavía con la respiración irregular—los dos que ves ahí quisieron matarme, raúl, por favor ayúdame.
—rápido, entra a casa ya, te curaré esas heridas—respondió raúl, haciendo entrar a borja y cerrando la puerta, subiendo las escaleras para traer el botiquín.
y raúl sintió algo extraño, porque allí afuera no había absolutamente nadie.
bueno gente, ahí está el capítulo, creo que ya están viendo un poco de los efectos de la enfermedad que padece luzu, ¿o tal vez no?.
da igual, hasta yo me enredé mucho escribiendo esto, y de verdad agradezco que hayamos llegado al 1k de lecturas qohdlssj los amo demasiado💞.
