when you love until the bitter end

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epílogo

ya era sábado por fin y raúl despertó risueño al imaginar nuevamente el beso que se había dado con borja el día de ayer, acordando verse nuevamente el día de hoy para salir a algún sitio.

rubén y david no dejaron de molestarlo toda la tarde.

pero casualmente ese día se veía más distinto que se costumbre, pero no era tiempo de lamentos.

se cambió y bañó en unos minutos, su mamá probablemente ya esté trabajando así que no se daría cuenta de la escapada que se daría sólo unos minutos para ver a su novio.

su novio... eso sonaba realmente bien.

bajó las escaleras rápidamente, entrando a la cocina para tomar algo de desayunar.

—¿mamá?

—¿raúl?

oh

—ma, ¿no has ido al trabajo aún?

—no hijo, es mi día libre—la señora genes volteó nerviosa.

el pelinegro se sintió triste por un momento, pero podría inventar alguna excusa para salir aunque sea media hora, como salir con rubén y david o algo así.

no encontraba a frederick por ningún lado, supuso que estaba comiendo afuera.

sentía el aura de terror de su madre al acercarse a él para servirle el desayuno.
todo era muy extraño.

—necesito ir a casa de rubén, ¿puedo ir?

parece que hubo un problema

—no... no puedes ir.

—¿por qué no? siempre voy y ellos también vienen a la casa.

la señora genes dejó de comer, al parecer no había funcionado del todo lo que había hecho.
al menos no hablaba de otra cosa más.

—está bien, anda.

raúl sonrió y terminó de comer, frederick entró a la habitación de pronto, se levantó de la mesa dejando el plato y el vaso en el lavadero para sostener a frederick entre sus manos.

—¡frederick guapo! ¿cómo dormiste?.

su madre se levantó de pronto dejando también los servicios en el lavadero.

parece que él...

—chau ma, voy a salir ya, ¡no me esperes! —su madre le miró mal—¡vuelvo a las cuatro!

cerró la puerta y salió disparado a casa del bonito castaño que ahora es su novio.
tocó la puerta, muchas veces, borja no salía.

—¡seguro se está alistando! —trató de darse buenos ánimos.

cada tanto volvía a tocar y a las tres de la tarde (había pasado dos horas) trató de recordar algo que estuviese haciendo borja en ese preciso momento, como dormir, salir o hablar solo y probablemente no le haya escuchado.

"¿cómo no te va a escuchar si estuviste tocando hace dos horas? eres simplemente patético."

tocó una vez más, para ver si obtenía una respuesta aunque no quisiera, su rostro era un desastre, estaba llorando.

¿no había hecho nada mal cierto? él no recordaba haber hecho algo para que el castaño se molestase, incluso se notaba feliz ayer.
seguo era por rubén y david cuando llegara a sus casas les partiría el...

—¿qué hace aquí jovencito?

una señora de aproximadamente sesenta años estaba detrás suyo, se limpió las lágrimas con sus manos rápidamente y se apresuró en decir.

—vine a ver a mi novio, ¿por casualidad lo ha visto o algo...?

—seguro que se equivocó de casa, aquí no vive nadie.

—¿está segura? yo recuerdo perfectamente que...

—sí jovencito, aquí no vive nadie, el señor borja desapareció hace unas semanas.

"¿qué?"

—muchas gracias.

—de nada raúl.

ignoró el hecho de que la vieja sabía su nombre y se concentró en lo principal, ¿borja desaparecido? imposible, él lo vio ayer, estaba seguro.
confundido y con lágrimas en los ojos volvió a casa.

—¿cómo te fue hijo? volviste muy pronto.

—me dio hambre...

—lo supuse, ¿quieres estofado?

—claro que sí mamá.

ignoró el olor putrefacto que la casa desprendía y se sentó en la mesa, pensando en borja y en lo que acaba de pasar, sintiendo de nuevo las insesantes ganas de llorar.

y la señora genes... bueno, tenía que desaparecer ese olor antes que su hijo lo percibiera.

parece que el no ha borrado sus recuerdos del todo.

y parece ser que...

nunca lo hará.


i see you -; luzuplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora