01; La leyenda

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Existen miles de leyendas sobre criaturas marinas, algunas son historias de terror que paralizan a los navegantes y logra ahuyentarlos; algunas otras son de acción y aventura donde algún monstruo marino resguarda el cofre lleno de oro; y otras más, son simples cuentos para niños.

Muy lejos de la costa, alejado de toda vida terrestre, existe una cueva bastante peculiar, es algo pequeña y difícil de localizar, pues se confunde con simples rocas que sobresalen del agua. Cualquiera pensaría que al estar en medio del mar, sus aguas serían saladas, pero todo lo contrario, es el agua más dulce que alguna vez en la tierra ha existido.

No es fácil encontrarla, pues se encuentra perdida en medio del océano, entre las olas enormes; los tiburones que cuidan los alrededores, y las rocas que hacen hundir los barcos, vuelven la búsqueda un completo suicidio. La belleza de la cueva no se compara a nada que los humanos hayan visto, la flora abundante de mil colores le da ese toque mágico que maravilla a cualquiera.

El agua es tan clara, que en la orilla se ve la arena blanca moviéndose por el ligero movimiento de las sirenas, y sin embargo, la profundidad de aquella cueva es tanta, que lejos de la arena en la orilla, el agua se ve negra, algunos dicen que es de un color azul marino profundo. Desafortunadamente, no existe fauna alguna, pues esas aguas son venenosa para las criaturas marinas.

En aquella cueva, vive una de las criaturas más mortales del mundo, según la leyenda, ahí viven sirenas; para ser exactos, diez sirenas y un tritón. Las sirenas son gobernadas por el tritón, ya que es él quien les da la vida; cada vez que alguna muere, una nueva sirena nace. La razón de por qué sólo vive esa cantidad exacta de las criaturas es un secreto que los tritones guardan para ellos mismos.

Por miles de años, la leyenda ha pasado de generación en generación, así que los hombres curiosos, tientan a su suerte para conocer a las dichosas sirenas. ¿Qué tienen de peculiar que haga que los marinos las busquen? Simple y sencillamente porque conceden deseos. No a cualquier hombre, claro, debe ser uno puro de corazón.

Sobre aquellas aguas cristalinas yacen las flores de colores con las que nacen las sirenas y que enamoran a los hombres más puros de corazón, sólo aquellos hombres dignos son capaces de enamorarse de ellas. Un vez que han caído en sus encantos, la sirena dueña de tal flor, flotará a la superficie y le concederá su deseo, pero a cambio, el hombre debe hacer un sacrificio carnal. La sirena toma una forma humana, y le es permitido salir de la cueva para conceder el deseo.

La flor del tritón es bastante peculiar y mucho más llamativa para cualquier hombre o mujer, pues también mujeres han caído en las redes de encantos de las flores. Pero su principal función es darle vida a las sirenas de la cueva y alimentarlas cuando la escasez llega. Cada mil años un nuevo tritón nace y después de cumplir los cien años, suple al rey al verlo morir.

Desgraciadamente, aunque el hombre sea noble y de buen corazón, nunca falta la codicia en su ser. Muchos de los que se han enamorado, no permiten que las sirenas regresen a su hogar, quieren quedarse con ellas, quieren seguir amándolas, pero eso sólo consigue su muerte. Aquella sirena que no regrese a la cueva luego de veinticuatro horas, está condenada a morir.

Muchos hombres llegan a esta cueva pensando que es fácil enamorarse, pero están equivocados. Cuando ninguna flor roba el corazón del hombre, las sirenas salen a flote, con deseo y hambre en sus ojos. El canto los atrae y finalmente son hechizados por alguna sirena, terminando con sus vidas, pues ellas devoran el cuerpo y se alimentan del alma.

Hace algún tiempo, un pequeño muelle fue construido para permitirle a los hombres caminar más allá de la orilla y mirar más de cerca las flores que se mueven con delicadeza sobre el agua. Las sirenas suelen aprovecharlo y peinar su larga cabellera, logrando seducir a los hombres.

Alejarse de la orilla y caer al agua es una muerte segura, las sirenas tienen la oportunidad de jalar a los hombres y comerlos, además de algunas de las corrientes que suelen colarse por agujeros en la cueva, succionando los cuerpos. Algunos pocos salen con vida, contando su experiencia y afirmando que la leyenda es cierta, haciendo que más hombres se interesen y busquen la cueva.

Flores en el agua [JiCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora