08; El regreso a la cueva

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Ambos despiertan con enormes sonrisas en sus rostros, se miran, se besan y simplemente no pueden evitar sentirse más enamorados del otro. Acarician sus pieles desnudas y deciden que es buen momento para hacerlo otra vez, pues sus miembros despertaron esa mañana inquietos y contentos.

Se enredan en las sábanas de la cama, bajo el agua en la ducha, e incluso lo intentan una vez más en el sillón de la sala antes de salir de la casa. No pueden evitarlo, están amándose todo lo que no han podido en los siete meses que Seungcheol lleva yendo a la cueva, sin faltar casi ni un sólo fin de semana.

Saben que aún tienen unas cuantas horas más antes de que Woozi tenga que regresar a la cueva, así que SeungCheol lo lleva a dar una vuelta por la ciudad. Le presta alguna de su ropa, todo le queda enorme, pero lo hacen ver más tierno y hermoso. Caminan por las calles tomados de las manos y Woozi no puede evitar emocionarse con cada cosa nueva que ve, está conociendo un nuevo mundo y eso lo maravilla.

Seungcheol aprovecha y le compra algunas cosas que puede llevar a la cueva, para siempre tener un recuerdo de él, o para entretenerse en los días aburridos en los que no puedan estar juntos. Woozi acepta con muchos ánimos los regalos y besa los labios contrarios cada vez que recibe un nuevo obsequio.

Por la tarde, mucho antes de que el sol se oculte, suben a la lancha de SeungCheol y van a la cueva. Woozi se maravilla nuevamente y aún más por lo inmenso que es el mar, incluso mucho más grande que su -ya no tan- enorme cueva.

Está consciente de que no puede tocar el agua salada, puede terminar hecho roca por el simple hecho de tocar una gota del agua salada, por eso tienen prohibido salir de la cueva, las únicas aguas que pueden tocar son las dulces, pero en medio del mar, no conocen otras aguas dulces. La brisa revolotea su cabello y sonríe cada vez que ve a Seungcheol.

Llegan a la cueva y por primera vez, Woozi conoce el exterior, caminando sobre el muelle como muchas veces lo hizo en su imaginación. Están tomados de las manos, y ninguno quiere soltarse, en seguida las sirenas salen al notar que se trata de ellos dos y festejan alegres de que Seungcheol haya podido rescatarlo, y por las piernas del tritón, que finalmente haya pedido su deseo.

—¿Qué pediste Seungcheol?— pregunta con curiosidad Xiyeon acercándose a la pareja desde el agua.

Ambos se miran y sonríen —pedí quedarme junto a Woozi el resto de mi vida.

Las sirenas expresan un gesto de dulzura, pero él rey no parece muy contento —Woozi, tenemos que hablar— dice seriamente. Woozi está apunto de lanzarse al agua, pero es detenido —no entres al agua. Chicas, vayan a sus cuartos— pide y las sirenas hacen caso, o al menos se mantienen escondidas donde no son vistas pero pueden escuchar la conversación.

Seungcheol no sabe qué hacer, pero se queda ahí al ver que Woozi no solará su mano en ningún momento.

—El deseo de Seungcheol tiene dos maneras de cumplirse— comienza a explicar el rey tritón —tú eres quien decide, pues es el deseo que debes cumplir.

Woozi asiente sin comprender qué pasaba —¿a qué te refieres? ¿Cuáles son esas dos maneras?

—Puedes quedarte como humano junto a Seungcheol, evitando tocar aguas dulces para que tu cola no te impida regresar a una vida como humano, y siempre cuidando de no tocar aguas saladas; o puedes regresar a la cueva y venir con él, transformándolo en un tritón.

—P-pero...— abre los ojos en sorpresa.

—Antes de que tomes una decisión, debes saber que si te vas con él, yo moriré en algunos años y tus hermanas se quedarán sin un tritón que cuide de ellas, que las haga nacer cuando alguna falte. Se quedarán solas y probablemente mueran por no poder alimentarse en las sequías, o por ser llevadas lejos de la cueva.

—Creo que lo ideal sería que nos quedemos, pero... Si regresamos a la cueva... Excederemos el número permitido.

El rey tritón niega —no hay nada que nos impida tener un tritón más.

—¿Qué?

El tritón mira al techo, enseñándole a los dos jóvenes la historia de la cueva.

Flores en el agua [JiCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora