-¿De verdad crees qué se han enterado de lo de María? -pregunto Dani a Jesús.
Estaban en su habitación, acababan de llegar de la firma y estaban realmente agotados.
-No lo creo, si se hubieran enterado la hubieran liado en twitter, sabes como son. -dijo Jesús tirando y cogiendo una pelota de tenis.
-Pero, ¿de quién hablaba entonces la chica? -pregunto Dani, nervioso por su hermano y la pelotita.
-Ni idea. -dijo este tranquilo.
-¡Para con la puta pelota! -dijo Dani nervioso.
-Que estes cabreado por lo de María no es para que la pagues conmigo subnormal. -le dijo Jesús tirandole la pelota.
Dani se levanto de la cama y salio por la puerta.
-¿Te has enfadado? -pregunto su hermano siguiendolo. -Vete a la mierda crio. -dijo, al ver que su hermano pasaba de él, volvio a su habitación.
PDV MARTINA.
Estaba tumbada en mi cama cuando oí que apedreaban mi ventana, extrañada salí y una pidrecita me dio en la cara.
-¡Auch! -me queje.
-Lo siento. -dijo Daniel.
-No pasa nada. ¿Que quieres? -pregunté apoyandome en la barandilla de mi pequeño balcón.
-Baja. -dijo y me sonrió.
-¿Pretendes que baje por aquí? -pregunte alzando una ceja.
-Sí. -asintio orgulloso.
-Pues la llevas clara. -dije y le sonreí.
-Va baja por favor. -pidio y puso carita de corderito.
-Vale, pero primero me cambio. -le dije y me saco la lengua. -Idiota. -dije entrando en mi habitación para cambiarme pues iba en pijama.
Me puse el biquini, suponía que iriamos al paraíso, unos pantalones cortos verdes, una camiseta corta negra y mis sandalias negras. Me recogí el pelo en un moño y puse mi móvil en el bolsillo trasero de mi pantalón.
Salí al balcón y mire a Dani que me miraba con una sonrisa, negue con la cabeza y me dispuse a bajar, después de todo no era tan difícil, pensé.
-¿Dónde vamos? -pregunté una vez estuve bajo.
-Primero se saluda. -dijo Dani, le di dos besos y sonrio satisfecho. -Al paraíso. -dijo.
-Lo suponía. -le dije sacandole la lengua.
-Entonces para que preguntas. -dijo meedio borde.
-Bipolar. -dijo con una sonrisa.
-No te definas. -dijo él y yo le fulmine con la mirada.
-Estas hoy graciosillo. -dije y él me saco la lengua.
-No lo estoy, lo soy. -dijo y yo reí.
-¿Que vas a ser tú? -pregunté y él me miro serio.
-Ven aqui. -dijo y me subio a su hombro.
-No soy un saco de patatas. -dije cruzandome de brazos.
-Pues pesar pesas. -dijo riendo.
-Seras marica. -dije y le pellizque la pierna.
-Te puedo demostrar que no lo soy. -dijo y yo le pellizque de nuevo.
-¡Deja de pellizcarme loca! -dijo él y yo rei.
-¡Pues bajame estúpido! -dije y le volvi a pellizcar.