Capítulo 18: Melancolía

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Habían pasado dos días después de la salida que Akira había tenido con sus amigos, las clases seguían iguales, por las tardes mataba a criminales y en las noches jugaba a las cartas con su shinigami. Pero lo que le había llamado la atención a la castaña era que su compañero de alado no se había presentado en esos dos días.

“¿Sera posible que al fin se abra ido?” se preguntó quedándose viendo el asiento de Ichiro “¿Al fin podre ser libre sin que se aparezca de la nada?” 

-No me digas que ahora lo extrañas – irrumpió Ryuk sacando a su dueña de sus pensamientos.

Ella negó con una sonrisa que mostraba lo aliviada y feliz que estaba de al fin no soportar al hijo de Matsuda.

La campana sonó para que todos fueran a sus casas, Akira estaba por pasar por la puerta de su salón, cuando la voz de su profesor la detuvo.

-Señorita Shiraiwa, sé que debe estar ocupada, pero le agradecería que le llevara esto al joven Matsuda.

“¿¡Qué yo que!?”

-Gracias señorita Shiraiwa - le entrega una carpeta que estaba cargada de hojas que hasta algunas sobresalían,  para después el hombre desaparecer al cruzar la puerta. 

Akira estaba por tirar la carpeta al basurero para irse a su casa, cuando se detuvo y lo pensó, si le llevaba los apuntes a Ichiro corría el riesgo de ser reconocida pero nadie más que solo su madre sabia de su existencia.

La otra opción era que alguien más se lo pudiera llevar pero eso no sería adecuado teniendo en cuenta la reputación que tenía. Y su última opción era dejar la carpeta en la casa para irse de inmediato. 

-¿Qué aras? – miro divertido Ryuk a la castaña.

Akira no tuvo tiempo de responder en menos de lo que pensó sus pies ya la habían llevado a aquella casa que alguna vez creyó poder ser su hogar. 

-Entiendo – dijo Ryuk igual de sorprendido.

Toco el timbre y espero, quería salir corriendo de allí, los nervios la comían por dentro aunque su rostro solo mostraba neutralidad. La puerta se abrió y una joven de baja estatura y cabello castaño oscuro apareció sonriéndole amigablemente. Para Akira era una sorpresa inmensa, primero se enteraba que tenía un primo y ahora resultaba que eran dos, su suerte no podía ser mejor.

-Buenas tarde – saludo educadamente extendiéndole la carpeta – Me pidieron que le trajera esto a Ichiro.

-Oh, muchas gracias – le sonrio de oreja a oreja recibiendo la carpeta – Perdona si esto te ha causado problemas, a mi hermano siempre le ocurre algo unos días antes de su cumpleaños, pero por suerte este año fue una gripe – rie divertida.

“Que parlanchina es esta tia, no cabe duda que lo heredo de Matsuda, aunque es la viva imagen de su madre” pensó la castaña mientras oía a la pequeña adolescente.

-Espero se mejore – le sonríe falsamente y agacha levente su cabeza para volver a ponerse recta – Asta luego.

-He, claro, adiós - se despidió confundida.

El cielo comenzaba a tornarse rojizo y el sol se estaba despidiendo, la sucesora de Kira caminaba hacia la estación, le sorprendía lo pacifico que era ese barrio. Para su suerte no se había topado con la cucaracha ni ninguno de sus familiares mayores. 

-Oye Akira.

-No me hables fuera de casa si es necesario Ryuk.

-Pero…

-Si vuelve hablar me are una tarta de manzana con tu reserva.

El shinigami dudo si arriesgar a sus preciadas manzanas por lo que se quedó callado.

La Hija De Kira© [Kira 1]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora