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Jeong-Yeon se encontraba frente a la puerta de la casa de Mina, su corazón latía desenfrenadamente, sus manos sudaban por los nervios. Soltó un gran suspiro para tocar el timbre varias veces y hacer que Mina abriera la puerta.
—¿Donde esta NaYeon? — Jeong-Yeon entró sin permiso viendo a todos lados pero, no se encontraba ningún rastro de NaYeon.
—Ella no está aquí —Mina bufo cerrando la puerta para recargarse en esta.
—¿Que? Pero, tu habías dicho que estaba aquí.
—Claro, lo dije pero no me refería en que estaba aquí conmigo. — Jeong-Yeon soltó un "Oh" Miró a Mina quien le lanzó una mirada amenazante.
—Entonces.. Me voy. — Mina no dijo nada, solo vio como Jeong-Yeon habría la puerta y salía de la casa.
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Jeong-Yeon tomó de nuevo un taxi, quería llegar lo más rápido que pudiera a casa de Jaebom. El era el único que podria saber de NaYeon.
Había llegado a la casa de Jaebom, igual tocó el timbre varias veces para que lo recibieran. La puerta fue abierta dejando ver a JiMin.
—Oh JiMin, ¿Esta Jaebom? —
—Si, pasa. — JiMin se hizo a un lado dejándola pasar, cerró la puerta para ir a buscar a Jaebom.
Minutos después bajó Jaebom con una sudadera color roja y su pantalón color negro.
—Hola Jeong-Yeon, ¿Que pasó? — El mayor se sentó frente a Jeong-Yeon.
—Se que NaYeon regresó a Seul. — Jaebom tosio un poco por la sorpresa de saber que Jeong-Yeon se había enterado. — Quiero saber si, NaYeon esta contigo.
—No, ella no está aquí. Y si me disculpas tengo cosas que hacer así que..
El sonido de alguien bajar las escaleras se escuchaba, esto llamo la atención de Jeong-Yeon haciendo que su vista se posara en las escaleras.
—¡Bummie!— la voz de NaYeon se escuchó, el corazón de Jeong-Yeon volvió a latir rápidamente por segunda vez en el día.
—¡NaYeon! —Jeong-Yeon corrió hacia ella cuando bajó completamente. Sus brazos enrollaron completamente el cuerpo de la Mayor. NaYeon sólo se tenso y espero a que dejara de abrazarla para poder hablar con Jaebom.
—Ah, Hola Jeong-Yeon. — NaYeon fue a lado de Jaebom, para poder avisarle que se iría de nuevo a su departamento.
—Bummie, tengo que irme. —
—Oh, esta bien no te preocupes. Cuidate pequeña. —
—Adiós. — NaYeon se despidió tan fríamente, haciendo que el corazón de Jeong-Yeon se rompiera poco a poco.
Ya no hablaba tan dulce con ella ahora era como si solo fuera un desconocida. No correspondió a su abrazo.
—Nos vemos luego. — Salió corriendo detrás de NaYeon, quería hablar con ella, quería saber cómo estaba, como la paso, quería volver a tener la atención de ella.
—¡NaYeon espera! ¡NaYeon! —Trataba de correr lo más rápido que sus piernas le permitían. Hasta que NaYeon volteo a verla, se detuvo con la respiración agitada.
—¿Que pasó? Tengo prisa. —
—Te volviste tan fría conmigo ¿Porque?— Jeong-Yeon quiso tomar su mano pero la contraria la quito como si fuera a quemarla.
—¿Acaso importa?—
—No, no importa — Era mentira claro que importaba, quería recuperarla, quería pedir perdón por ser una Idiota anteriormente pero, era inútil ahora con la actitud más madura de NaYeon era más difícil así que era mejor mantenerse callada.
—Tengo que irme— NaYeon se fue dejando a Jeong-Yeon con una herida en el corazón.
Al verla girar hacia la derecha decidió seguirla, por varios minutos había caminado tras de ella hasta que se detuvo en un parque, se escondió detrás de un árbol viendo como NaYeon corría hacia un chico.
—¡Bebé! Te extrañe tanto —El chico la abrazo dejando un beso en la nuca de NaYeon, la tomo de la mano y la llevó a sentarse a una banca.
Ellos hablaban cálidamente como si sólo existieran ellos, se tomaron de las manos, se acercaban cada vez más cerca hasta que llegó un punto en que sus labios chocaron y se movieron al compás.
Detrás de esa escena estaba Jeong-Yeon quien soltó un sollozo al ver tal escena, su mundo se derrumbó. Habia perdido a NaYeon completamente, su actitud de mierda había causado todo esto, dio medio giro sobre sus talones se iría de ese lugar, con sus lágrimas acompañados de sollozos.
Había llegado a su departamento totalmente destruida, azotó la puerta principal maldiciendose por dentro.
Se tiro hacia su cama enterrando su cara en la almohada, quería llorar hasta que logrará dormirse.
—Im NaYeon, te eh perdido —solto un par de sollozos, pasó su pequeña mano limpiandose las lágrimas.
—Pero no me rendiré hasta que puedas perdonarme. — Volteo a ver el cielo azul, no era tan tarde y ya había salido lastimada.
¿Así era el amor? Era tan doloroso y tan lindo, era lindo al ver a la persona que amas sonreír, verlx feliz, ver que disfruta cada momento de su vida.
Y era tan doloroso ver que tuviste una oportunidad y nunca la aprovechaste, al ver que esta con otrx. Pero es peor verlx que es más feliz con el o ella de lo que fue contigo.
Jeong-Yeon no hiba a parar de recuperarla, ocuparía cada minuto cada segundo para poder volver a conquistarla, ahora no sólo una estaría enamorada de la otra ahora serían las dos.
