Cualquiera puede convertirse en un héroe

Capitulo 19: Vamos a volvernos locos

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Capítulo 18: Vamos a volvernos locos

Conduciendo hacia el piso, Makoto Shuzenji rodó hacia un lado justo cuando la escarcha pasaba sobre ella, enfriando no solo su piel, sino que congelando el piso en varias paredes irregulares de hielo puro. Gruñendo, ella rápidamente se puso de pie, con Cream Starter en la mano antes de apresurar a su enemigo. Eso, sin embargo, resultó ser una tarea extremadamente ardua. Capa sobre capa de glaciares irregulares y claros formaron una barrera casi impenetrable alrededor de Shoto Todoroki. Su mirada, más fría que el hielo que brotó de su Quirk, se fijó únicamente en la chica travestida, enfriándola hasta los huesos mucho peor que cualquier cosa que él desatara desde el comienzo del partido.

Shuzenji sabía que este combate era una batalla cuesta arriba. No. Eso fue un eufemismo; fue como tratar de escalar el monte. Everest en pleno invierno, mientras una tormenta de nieve se desataba a su alrededor. Ella sabía que el cambio de ganar era escaso o nulo, especialmente después de presenciar personalmente su abrumadora victoria contra Sero. Sabía que era casi una pelea inútil ... pero estaría condenada si se rendía ahora.

Por lo tanto, durante treinta segundos desde que Midnight comenzó el partido, Shuzenji luchó con uñas y dientes para permanecer en el torneo ... y de alguna manera tuvo éxito. Fue un milagro, uno que le agradeció a Dios por permitirle durar tanto tiempo, pero simplemente maniobrar y escapar de las olas heladas no fue suficiente para ella. Incluso mientras corría, rodaba y saltaba alrededor del ring, buscaba cualquier abertura que pudiera encontrar. Todo el tiempo disparando algunas pequeñas explosiones de carne para mantener ocupado a Todoroki. Sabía lo peligroso que era su Stand e inmediatamente bloqueó las corrientes carnosas antes de que pudieran llegar a menos de tres metros frente a él. Fueron estas distracciones las que salvaron a Shuzenji de encapsularse de inmediato, y mucho menos dejarla durar tanto tiempo como lo había hecho, pero con él llegaron nuevos contraataques poderosos del chico helado. Esto hizo más difícil escapar y mucho menos continuar con sus desesperados disparos. Se hizo evidente que Todoroki se estaba acostumbrando rápidamente a sus poderes.

A este ritmo, era solo cuestión de tiempo antes de que fuera capturada.

Con los dientes apretados, Shuzenji se dio la vuelta para hacer estallar otra corriente constante de carne solo para que se encontrara con una temblorosa columna de hielo. En erupción desde el suelo con la velocidad de los huesos, otra ola de hielo inundó el anillo. Sin embargo, esta vez era demasiado alto y extendido, dejando casi ninguna posibilidad de escape. Aparentemente, Todoroki finalmente se cansó de su juego de gato y ratón.

Mirando sin pestañear la avalancha helada que corría hacia ella, Shuzenji no dudó antes de lanzar una mano cortada al cielo. No había pasado ni un segundo antes de que la travesti fuera tragada por el hielo, empujándola hacia una posición que inmovilizaba cada miembro en una prisión helada. La única porción que quedó algo expuesta fue el ombligo y el área del pecho; es más que probable que evite que tenga hipotermia demasiado rápido.

Los rugidos estallaron en el estadio una vez más ante la gran exhibición del poder abrumador de Todoroki. Sin embargo, incluso cuando el joven de cabello rojo y blanco se acercó un poco más a la niña de cabello rosado, algunos héroes con ojos agudos notaron que cierta mano cortada aterrizaba con un golpe suave a solo unas pocas fichas detrás de él. Agarrada firmemente en su palma también había una lata de aerosol personalizada que se había vuelto bastante familiar para el público. La mirada rosa de Shuzenji sostuvo la fría mirada de Todoroki mientras su miembro incorpóreo se movía y flexionaba en posición vertical para apuntar directamente a la espalda desprotegida de su enemigo. Asegurándose de que su rostro permaneciera como una máscara suave y en blanco que ocultaba la tensión que se acumulaba en su cuerpo, lentamente apretó el gatillo ...