5.Te sigo

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Apesar de que se me salía el alma en clase de historia, o como sea que se llamará la materia, ni siquiera me tomé el tiempo de saber que clase era. No pude dejar pasar el hacer un tur con la mirada por el salón, colores aburridos, cosas aburridas, todo era aburrido en ese salón y ni hablar de las explicaciones aburridas del profesor, que ni una pizca de atención le ponía, pero no solo yo, sino medio salón más, aún que había algunos que si les interesa la clase, le pediré los apuntes luego.

Pase mi vista por las primeras filas de lado de la ventana, hasta que mire a un chico en específico, el dormía ¡¿Cómo no se daba cuenta el profesor?! Bueno no es como si me importara.

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Por fin habíamos pasado a receso, y no tengo explicación, ni una razón, pero justo estaba siguiendo a el castaño de piel morena.

Afortunadamente o desafortunadamente, no lo sé, para mi. Él no me había dirigido la palabra en ningún momento, no me había mirando mal, ni nada por el estilo. Solo caminó hacia la cafetería pidió su comida y fue a sentarse lejos de la sociedad, bueno no, solo en una mesa vacía. Yo al tener mi desayuno hecho en casa, solo me senté del otro lado de la banca. Y comencé a comer junto a él. Nuevamente un silencio entre lo cómodo e incómodo nos envolvió. Ahora que analizaba la situación ¿Por qué estoy aquí? Y lo más importante ¡¿Por qué no me he ido todavía?! Respira SeokJin, respira, levántate y lárgate a otro lado, en cualquier momento te puede hacer algo, deja de comer y sal corriendo ¡Por favor!

Me rogué a mi mismo varias veces, pero mi necio y estúpido cuerpo no hacía más que comer. Mis ojos simplemente no se apartaban de aquel espécimen de abusador de débiles ¡No me digan nada! ¡Tiene pinta de que me quiere matar! Pero no mal entiendan, solo digo...

— Holaaa, hyungs ¿Otra vez comiendo juntos?  — cuestionó Taehyung subiendo en mi espalda y refregando su cara en ella. — ¿Ya son amigos? — ¡No! Nunca... En cierta forma me da miedo. Miré a NamJoon, y el seguía comiendo, no sé si feliz de la vida, es que ¡Simplemente no sonríe!
— ¿Que haces? — pregunté ignorando por completo su pregunta. También trataba de verlo, pero no tengo el cuello de un búho así que me lo torcí. Me quejé en voz baja.
— Es que su espalda es muy cómoda, parece mi cama — restregó su cara de nuevo con mi espalda, empezaba a ser incómodo, así que me reí, simplemente para dicimular.
— Bueno... ¿Por qué mejor no te sientas a comer? — propuse con la esperanza de que dejara a mi pobre espalda en paz.
— No tengo hambre,  hyung — dejó a mi pobre espalda en paz ¡Por fin! ¡Gracias dios!
— Tae, tenemos que adelantar el trabajo ¿Que haces aquí perdiendo el tiempo? — se escuchó a alguien detrás de mi, quizás un amigos de Taehyung.
— Perdón, Kookie — dió una reverencia — adiós, hyungs —  voltié hacia atrás y ví como un chico, quizás un poco más alto que Taehyung, cabello negro y piel blanca. Tenía el ceño fruncido, mientras con Taehyung entrelazaban sus flexura del codo. Parecía que Taehyung trataba de convencerle de algo.

Volviendo a mi. Giré de nuevo a ver a NamJoon, pero ya no estaba, alce un poco más mi vista par buscarlo y lo ví caminando a la salida de la cafetería. Rápidamente y como si el tiempo se hubiera parado, corrí a su lado. Espera un segundo ¡Por qué demonios lo estás siguiendo! ¡¿Que consigue con eso, Kim SeokJin?! ¡Deja de seguirlo! ¡Deberías correr! ¡Y jamás volver! ¡Mami! ¡Su hijo es estúpido! ¡Mateló antes de que se reproduzca! Por favor... ¡Mamá!

Estaba detrás de este men, mirando su espalda, así me di cuenta que visiblemente era más alto que yo, quizás si, quizás no... ¡Alguien traeganme una regla! ¡Quiero saber que tan alto es!

Abre esa galleta, abre, abre esa galleta. Canté mentalmente, es que ya me había aburrido de solo seguirlo. Llegamos al salón y simplemente entró, yo no dije nada y simplemente me marché. Es que... ¡Ahí estaba su grupito! Y si bien el no mataba ni a una mosca lejos de ellos, cerca de ellos mataba a una manada de elefantes. Aunque solo era una suposion y espero este equivocado. ¡Pero me niego a entrar! ¡Yo por ahí no paso!

Justo me doy cuenta de que pese a todo, incluso a mi mismo. Quiero seguirte pero ¿Porqué? ¡Ni siquiera me agradas! O quién sabe, no te conozco lo suficiente para odiarte.

No me importa...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora