Me desperté como cada mañana, solo, pues mi esposo ya se había marchado a trabajar, es doctor en el hospital central de Seúl.
Después de otro día más estando solo en mi casa llegó la noche y preparé de cena la comida favorita de Tae, topokki.
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Lo serví en la mesa del comedor y me senté en el sofá a esperar a que llegue mi TaeTae pasaron horas y todavía no había vuelto, estaba por dormirme pero escucho que se abre la puerta de la entrada y me levanto para dirigirme hacia allí, a lo que veo a mi esposo.
Yo: Hola mi amor -le doy un beso corto- te he echado de menos, llegas muy tarde.
Tae: Lo sé, tuve que hacer guardia en el hospital y mi enfermera está de prácticas, así que le tengo que ayudar a que haga las cosas bien -sin expresión-
Yo: Pobre mi Tae, te tienen explotado, bueno para que te sientas mejor te preparé topokki, vamos a cenar y a la cama.
Dijo que si con la cabeza y fuimos al comedor para sentarnos y empezar a cenar, le estuve contando cosas de mi día y él solo decía que sí con la cabeza, un poco después de mi charla, terminamos y recogí los platos, los fregué, los guardé y subí a mi habitación, donde me espera Tae ya metido en la cama, me puse el pijama y me tumbé al lado de mi marido para abrazarlo y apoyar la cabeza en su pecho.
Tae: Kookie.
Yo: ¿Si?
Tae: No quiero que te vuelvas a quedar hasta tarde esperándome -serio-
Yo: Pero no me gusta acostarme solo, y además te espero por si te pasa algo, para así ayudarte.
Tae: No me va a pasar nada, así que si te vuelvo a ver esperándome, me voy a enfadar mucho.
Yo: Esta bien -le doy un beso, pero se aparta y yo tristemente me separo para darle la espalda y dormirme-
Al día siguiente:
Me despierto por el ruido de la ducha y tuve una idea, como hace cinco meses que no hacemos nada, me desnudé y entré al baño sigilosamente para meterme en la ducha y abrazar por la espalda a mi TaeTae.
Narra TaeHyung:
Me estaba duchando cuando de repente siento que me abrazan por la espalda.
Yo: Kookie, ¿Qué haces? -serio y desinteresado-
Kookie: Venga daddy, hágame suyo, hace mucho que no hacemos nada y ya lo necesito, yo se que te apetece comerte mi traserillo -agarra mis manos y las pone sobre este y lo empiezo a acariciar y apretar, me besa y yo le correspondo- Sabía que quería daddy.
