Habían pasado ya varios días desde que la pequeña Eri fue transferida a la U.A, ya que se llegó a un acuerdo con todos los héroes profesionales que habían estado relacionados con el incidente de los yakuza, porque ningún héroe tenía el tiempo o el poder necesario para cuidarla y lidiar con ella por lo que se decidió que en U.A estaría más segura, además de que Aizawa era el único que la podía parar si algo fuese mal con su descontrolado quirk.
En el tiempo que llevaba ahí Eri ya se sentía cómoda, puesto que todos eran muy amables con ella y a pesar de no parecerlo Aizawa le cuidaba bastante y se preocupaba bastante por ella. A Eri le encantaba pasar su tiempo libre paseando por el lugar, siempre en compañía de algún maestro o alumno de confianza puesto que no le dejaban rondar sola por el área por obvios motivos.
Eri se esforzaba arduamente todos los días con ayuda de Aizawa para intentar dominar su quirk o al menos lo suficiente para dejar de causarle problemas a las personas, pero más que nada porque la pequeña niña quería con todo su ser devolverle su poder a quien ella reconoció como su héroe, "Lemillion" y no descansaría hasta lograrlo, sin embargo, le resultaba bastante agotador.
Lo que más le gustaba a Eri por sobre todas las cosas, era pasar tiempo con Mirio ya que se había encariñado bastante con él, le tenía bastante aprecio y admiración, en primer lugar por haberle salvado aquel día con ayuda de otros héroes, en segundo porque era bastante amable y en tercero porque nunca se mostraba decaído o derrotado, ni si quiera cuando perdió su quirk por culpa de Eri, aunque ciertamente no fue su culpa pero la niña se sentía bastante culpable como si ella fuera la única responsable de las desgracias de otros.
En otro lugar dentro de la U.A se encontraban los tres grandes sentados bajo un árbol tomando su almuerzo, como era típico solo dos de ellos se veían animados.
Nejire: Y es por eso que pienso que se debería llamar dogtor y no veterinario
Tamaki:...*Solo se limita a escuchar a su amiga sin dejar de comer*
Mirio: Bueno pienso que es un punto importante pero solo te pregunte si querías algo de la máquina expendedora.
Nejire:...Sí, un juguito de manzana
Mirio: Muy bien, Manzana para Nejire y uva para Tamaki, ahora vuelto *C va*
Nejire: *Voltea a ver rápida y maliciosamente al pelinegro*
Tamaki: *Se tensa al darse cuenta de ello*
Nejire: Entonces Tamaki, la razón por la que no caminas correctamente el día de hoy es porque realmente Mirio y tú ghhmm *Siente como le cubren la boca para que no siga hablando*
Tamaki: *Sonrojado a mas no poder* P-por favor detente Nejire no es nada de lo que estas suponiendo *Se cubre la cara con ambas manos*
Nejire: Oh, y que es exactamente lo que estoy suponiendo Tamaki? *Dice su nombre constantemente para presionarlo*
Tamaki: Y-yo no es...
Nejire: *Le da palmaditas en la espalda* Tu qué Tamaki? Tu qué?
Tamaki: Q-que ayer y-yo...
Nejire: Ayer que Tamaki? Dilo de una vez
Tamaki: *Suspira pesadamente y sube su tono de voz más de los normal pero sin llegar al punto de gritar* Que ayer Mirio y yo tuvimos sexo!!! *Queda en shock al notar la situación*
Mirio: Bueno parece que se la están pasando bastante bien.
Nejire: Como no tienes una idea de hecho *dice mientras ríe un poco*
Tamaki: *Sin decir nada se da la vuelta y coloca su cabeza en el tronco del gran árbol que se encuentra cerca de él*
Mirio: Entonces me dirán los detalles? Por cierto aquí están sus pedidos.
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MiriTama Oneshots
FanfictionPequeñas historias referentes a mi pareja favorita Mirio y Tamaki