no sabes lo feliz que me sentí cuando me pedistes salir por primera vez. supongo que pudiste ver la forma en la que brillaban los ojos, ¡estaba realmente emocionado! era un chico muy vulnerable e inocente, y tú te aprovechaste de eso. pues bien, ya no queda nada de esa emoción. cada vez que me invitas a salir, simplemente acepto. y no sé por qué, porque sé que no sientes absolutamente nada por mí. puedo parecerlo, pero no soy tonto, borja. sé que es todo falso.