En tu memoria [TodoDeku]

II

— ¿Qué pedirás tú? —preguntó inocentemente el peliverde mirando la pequeña cartilla con atención.

Uraraka le respondió lo mismo de siempre “café helado y un pastelillo con crema de vainilla”, claro, con su toque de dulzura que la caracterizaba.

Algo tensa, algo que Deku notó.

— ¿Te encuentras bien? —preguntó este preocupado.

— S-sí yo… —miró hacia los servicios que se encontraban en la puerta—, tengo que ir al baño —dijo y como el rayo salió del local. Izuku no se dio cuenta que salió ya que su asiento estaba de espaldas a la puerta, pero confiaba en que estaría bien.

Ya afuera, una sudorosa y preocupada Uraraka suspiraba con fuerza como si le faltara el aire.

— Mierda, tenía que aparecerse ahora. Justo ahora —se quejó mientras marcaba en su teléfono a alguien.

— ¿Ochako? ¿Qué tú no tenías una cita con Midoriya-chan?

— Código verde, Tsuyu.

La otra línea cortó para después convertirse en una video llamada.

— ¿Qué ocurre Ochako-chan?

— Esto está mal —dijo frustrada—, Todoroki por lo visto regresó de su “largo descanso” —dramatizó aquellas dos palabras— y buscó a Izuku en la salida de la escuela al parecer ¿ahora qué hago?

— ¿Estás segura de eso? Kero.

— ¡Por mi madre que sí! —estaba al borde de las lágrimas— No sé qué hacer Tsuyu-chan, Todoroki querrá volver a ganarse su corazón y yo… —calló un momento— no podré soportarlo, no otra vez —su voz se hizo un hilo.

La pobre castaña de cabello corto no podría soportar otra decepción amorosa por parte de su amado Deku, bastante tuvo cuando él le confesó que Shoto y él estaban saliendo.

Y a pesar de que ella adoraba verlo tan feliz, le ardía en el fondo de su corazón el hecho de no poder ser ella quien esté en el lugar de “Sho-chan”, como Izuku solía llamarlo.

— No puedo creer que hayas caído tan bajo, Uraraka.

Su piel se erizó al escuchar aquella neutral voz, cualquiera podría reconocerla. Cualquiera que lo conocía la reconocería.

Su amiga cortó instantáneamente la llamada y en el reflejo del teléfono se notaba el enojado rostro de Todoroki.

Se dio media vuelta con temor nada más para encontrarse con el mismo rostro enojado de su pantalla.

— ¿Por qué volviste? —se quejó la castaña con lágrimas acumuladas en sus bellos ojos marrones— Todo estaba perfecto en tu ausencia ¡todo estaba ge-nial! —recalcó la última palabra— ¡Pero noooo! Tú decides aparecer en el mejor momento de mi vida.

Shoto ni se inmutó siquiera.

— ¡Carajo, por lo menos di algo! —la voz de la chica se oía cansada.

— ¿Qué quieres que diga, exactamente?

—¡¿Por qué volviste?!

— No es de tu incumbencia —respondió como si nada, pero ella en el fondo sabía que había vuelto por Izuku.

— ¿Por qué decidiste buscar a Deku otra vez?

— ¿Por qué hiciste que él me olvidara? —contraatacó.

Abrió los ojos enormemente y lanzó una risotada de locos al cielo, parecía haber perdido el juicio por unos instantes.

— ¿En serio crees que yo sería capaz de hacerle eso? —en su sonrisa se podía notar dolor— antes que nada, yo no fui quién atropelló a Deku cuando estaba de regreso a casa, cuando trató de alcanzar tu jodido avión —escupió con odio, Shoto se sorprendió por sus palabras.