O9

842 125 50
                                    

En esa fría mañana de domingo, el refugio se había llenado de personas para honrar la memoria de Dojo a pesar de la nieve y la ventisca: desde los colaboradores actuales, que eran alrededor de veinte, pasando por los de antes e incluso algunos de los mayores donadores, las puertas estaban abiertas para todos aquellos que quisieran presentar sus respetos al perrito anciano. En la recepción habían colocado una foto muy bonita de Dojo rodeada de flores blancas, donde Taehyung se encontraba cuando Jungkook llegó. No era todavía el mediodía, cuando el menor apenas había salido de su turno en la cafetería, incluso traía puesta la camisa del uniforme, prueba de que había salido y se había dirigido al refugio a toda prisa. Ni bien Taehyung lo vio, una bonita sensación cálida se propagó por todo su cuerpo causándole un cosquilleo, como una oleada nueva de cariño por aquel chico que se había quedado a su lado hasta el último momento la otra noche cuando él más lo necesitaba y que ahora llegaba tan rápido como le era posible para acompañarlo. A pesar de todavía estar triste, no pudo evitar sonreír.

—Kookie —soltó, luchando con las ganas de abrazarlo y apretarle las mejillas.

—Esa es una foto muy bonita —dijo el menor, señalando el cuadro frente a ellos—. Y las flores también. Lirios y azucenas...

—¿Sabes de flores, Jungkookie? —cuestionó él, recordando brevemente el dibujo que el chico le había regalado por su cumpleaños, que tenía flores también.

—Mi mamá trabajaba en una florería, a veces la ayudaba con los arreglos —respondió Jungkook, asintiendo con la cabeza—. Aunque entonces era muy pequeño, todavía recuerdo todo lo que ella me explicaba.

—¿Qué significan estas flores?

—Las flores que se usan en los funerales suelen significar más o menos lo mismo, admiración o cariño por la persona, algunas despedida, otras respeto... —comenzó a explicar Jungkook con simpleza—. Las azucenas y los lirios de color blanco, como estas, forman un lilium, que significa inocencia y pureza del alma.

—Eso es muy bonito —murmuró Taehyung, sonriendo con nostalgia al observar la foto de Dojo.

—Dojo era un alma pura definitivamente —dijo el castaño, posando una mano en su hombro y dando un suave apretón. Taehyung volvió a mirarlo para dedicarle una sonrisa dulce, que el menor imitó—. ¿Cómo te sientes hoy, Tae?

—Mejor. Más tranquilo, al menos.

—Me alegra oír eso.

Jungkook le dedicó una sonrisa fugaz luego de aquellas palabras, tras las cuales soltó su hombro después de dar una palmadita torpe e incómoda pero con muy buenas intenciones, Taehyung no tenía duda de ello.

Dado que Jungkook ya había llegado, Taehyung ya estaba listo para empezar de verdad. Por supuesto que no lo admitiría en voz alta para no avergonzarse a sí mismo, pero le había pedido específicamente a más de uno de sus compañeros que no empezaran con sus discursos ni nada similar, no porque "no estuviera listo", como había argumentado, sino porque no lo estaría nunca sin Jungkook a su lado. La noche del viernes se había sentido tan contenido y a salvo al saber que Jungkook estaba ahí, que tenía la impresión de que, siempre y cuando el castaño estuviese con él, nunca más se sentiría desprotegido. Siendo así, Seojoon llamó la atención de todos los presentes y dio inicio a la ceremonia.

Fue algo sencillo y breve pero muy conmovedor. Algunos de los colaboradores compartieron anécdotas sobre los casi cinco años que Dojo había pasado en el refugio, siendo el inquilino más longevo que habían tenido desde sus inicios seis años atrás. Pronto las historias lograron levantar el ánimo de todos, porque si bien estaban tristes por tener que decir adiós, también estaban tranquilos sabiendo que Dojo había sido muy feliz y amado. Taehyung fue el último en hablar, empezó por contar con nostalgia sobre la noche en la que había encontrado a Dojo: era su primer año viviendo en Seúl, encontró al animal lastimado deambulando por la estación de tren en un día lluvioso y no dudó en hacer todo lo posible por salvarlo. Como había dicho más de una vez, aunque nunca con tanto sentimiento como en ese momento, fue gracias a Dojo que encontró el refugio y se unió al equipo, por lo que consideraba aquel encuentro obra del destino. No pudo evitar derramar unas cuantas lágrimas mientras hablaba, pero se aseguró de hacerle saber a todos que Dojo había partido con calma porque él y Jungkook habían estado junto a él hasta el último segundo.

Spring Break❀ (VKook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora