Begin ❇ TaeKook

Capítulo III

Jungkook había comenzado a abrir lentamente los ojos y observó la silueta oscura del castillo atreves de la neblina blanca que apreció durante el trayecto. Eso alejó todo rastro de sueño en él, se acomodó en su lugar mientras comenzaba a frotar su rostro con frustración. No quería volver al lugar dominado por arpías que solo buscaban enterrarlo en su miseria.

Volvió a observar el castillo y soltó un bufido, por la mierda que ya sentía como los hilos comenzaban a escalar su cuerpo y era amarrado, privado de su vida, de sus acciones y hasta sus pensamientos.

Eso no era vida.

Joder, que hasta su derecho de tomar el trono era controlado por sus padres, con veintidós años aún no era coronado y tampoco tenía una fecha indicada. A la mayoría de edad tendría que él estar en el trono en vez del Rey actual, pero ahí estaba a la espera que su padre se canse de las riquezas y el poder, para que finalmente le entregue los restos de un reino que había sido hermoso.

Su padre siempre fue un ser avaricioso y cruel, no tuvo piedad en matar a sus hermanos para que nadie pelee contra él a cambio del trono. Luego que se había coronado, se encargó de mandar a su propio padre, el abuelo de Jungkook, a una casa grande y acogedora perteneciente a los gobernantes que pasaba de generación en generación para que tuviera un retiro adecuado.

No mucho tiempo después llegó un aviso urgente de una supuesta invasión a ese lugar sagrado para la corona, un incendio completamente desmedido había azotado el sitio. Existieron rumores que hubo explosiones en lugares estratégicos para que casi nadie lograra escapar de esa trampa.

Se piensa que la primera zona afectada fue en la habitación que le correspondía a los anteriores Reyes, después a consecuencia ocurrió todo el desastre en la casa Jeon.

Él no había logrado conocer a su abuelo, pero eventos de ese nivel, sobre todo en el aniversario de su muerte que ya se había dejado de realizar, los rumores era todo el tema de conversación existente en ese lugar.

Siempre escuchaba a los trabajadores del catillo más que los nobles idiotas, los primeros siempre decían que su abuelo había sido uno de los mejores gobernantes en la historia de los Jeon, el más amable, atento y realista. A diferencia de los nobles, que solo hablan mierdas de él por no hacer su persona rica, más rica de lo que ya era.

Egoístas, hipócritas, inútiles...

Dio un suspiro al ver como lentamente se acercaba a su lujoso calabozo.

Lo único que esperaba era que no lo molestaran en lo que resta del día. Pero eso sería un milagro y él no era tan suertudo.

[...]

Mientras escuchaba a sus cachorros conversar animadamente entre ellos sobre sus actividades sin la supervisión de TaeHyung, él solo podía sonreír mientras separaba la fruta de la brocheta. Una vez que llegó a la casa con sus dos niños los llevó a comer con los demás que los estaban esperando, dejó las cosas que YeonJun trajo a un lado para que no interrumpa el momento familiar y provoque un nuevo llanto en su hijo.

Separó algunas frutillas del caramelo para su pequeño alérgico y para mimar a los gustos de todos los demás.

Se sentó después de dejar el postre en la mesa y tomó al bebé nuevamente en brazos mientras lo mecía levemente, no podía mantenerse tranquilo al ver que Yeonjun había traído una moneda tan valiosa.

Desde el ascenso del actual Rey se comenzó a circular el nuevo sistema de monedas por todo el territorio Norte. Las más importantes son las monedas de los Reyes, Rey y Reina ambos tienen sus propias monedas las cuales otorgan un mayor privilegio, te da la opción de usarlas en mercados más caros o que solo se circulan ese tipo de monedas, al igual que aumentar la cantidad y la calidad de las compras, negocios y servicios. Que una moneda de ese nivel llegue a sus manos es demasiado raro, no está prohibido la comercialización con aquella moneda por su zona, pero principalmente está destinada a que solo la gente con mayores recursos puedan usarla, y ese motivo es por el cual le extraña que haya caído en manos de uno de sus hijos.