capítulo 2

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Janet

Después de un día agotador en el bufete, Janet llegaba a su casa con la única idea de quitarse los zapatos de una maldita vez. Se sentó en el borde de la butaca del salón y se los quitó haciendo un gemido profundo en su garganta por el alivio - gracias a Dios. - empezó a oír las quejas de su hija mayor que discutía con la pequeña. Frunció el ceño y rodó los ojos . Fue hacia la cocina

• Caroline - te he dicho que no toques mis cosas!

• Daphne - solo es pintalabios - intentaba imitar el tono de voz de su hermana mayor

• Janet - ya basta! - las silenció de golpe - podéis explicarme qué narices ocurre? - Empezaron a hablar a la vez dejándola impactada con cejas elevadas al no entender absolutamente nada de lo que le decían - basta! - las volvió a callar - Caroline?

• Caroline - ha tocado mis cosas

• Janet - qué cosas?

• Caroline - mi maquillaje

• Daphne - solo el pintalabios

Janet miró a su hija menor que llevaba los labios más rojos que de costumbre. Le dieron ganas de reírse al ver el borde de los labios con el color a carmín del pintalabios. Tenía ocho años! Lógico hiciera esas cosas

• Janet - solo es pintalabios Caroline. Tampoco es para tanto

• Caroline - si lo es! No quiero que entre en mi habitación!

• Janet - está bien - volvió a la vista a la pequeña - Daphne, no entres en su habitación, entendido?

La pequeña hizo mueca - vaaale

• Janet - bien, solucionado

Daphne se marchó al salón para ir a ver la televisión mientras ella empezaba a coger una sartén para hacer la cena

• Caroline - y ya está?

• Janet - tiene ocho años

• Caroline - y por eso ya no la vas a castigar ?

Se giró y suspiró - tú hacías lo mismo con mi maquillaje también

- pues que coja el tuyo

Soltó aire con impaciencia - ayúdame a preparar la cena

- pídeselo a ella

- Caroline - advirtió

La adolescente apretó su mandíbula con algo de rabia y cogió un cuenco hondo y grande para preparar la ensalada - siempre se sale con la suya

- puedes explicarme qué te pasa? - dejó la sartén en el fogón con el fuego bajo

- nada

- si, algo te pasa . Caroline - suavizó el tono de voz - puedes contármelo, ya lo sabes

- no pasa nada

- está bien

Empezaron a hacer la cena, Janet sabía que le pasaba algo raro a su hija mayor, esperaba que se lo contara cuando estuviera preparada para hacerlo.
Y si, le pasaba algo. Caroline llevaba unos días mal, no tenía ganas de nada, solo quería que la dejaran de molestar o pedir que hiciera cosas, también tenía sus secretos.

Después de la cena y cuando sus hijas terminaron los deberes yéndose después a la cama, Janet se quedó en su pequeño despacho con sus papeles en la mesa arreglando un par de detalles sobre un caso de un divorcio bastante problemático, cuando el teléfono sonó y descolgó sin mirar el número

ESPOSAS DEL EJÉRCITODonde viven las historias. Descúbrelo ahora