[ Capítulo 15 ] : Inseguridades

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(...🇲🇽🇦🇷🇨🇱...)

A la salida de la charla todos estaban en diferentes agrupaciones, todavía no era la hora de comer asique simplemente la mayoría se entretenían hablando de la reciente reunión.

—¿Para tanto ha sido?

El argentino lo miró con una clara cara de amargura.

—Pendejadas...

—¡BOLUDO, TE DIGO QUE FUE TERRIBLE!

—¿Acaso te volvió a pelar?

—¡No! ¡Ese es el puto problema!

Los dos latinos quedaron con una facción más que extrañada.

—¿Neta Argentina? –suspiró–. ¿ES NETA?

—¡No me malentendás, boludo! Fue incómodo porque el vato no me habló en toda la junta. Se sentía extraño, como si no fuera él...

—¿No era eso lo que querías?

El de franjas horizontales miró avergonzado hacia sus manos, que nerviosamente jugaban entre ellas.

Los otros dos países se percataron de este gesto que sin duda alguna reflejó dudas sobre su decisión final.

—¡ME ESTÁS WEANDO! –Gritó cansado de la bipolaridad amorosa de su hermano–.

—¡CALLÁTE PEDAZO DE GIL! ¡NO DIJE NADA! –Se sonrojó–.

—¡SE TE VE EN LA PURA CARA DE PENDEJO QUE ESTÁS PONIENDO! –Admitió defendiendo a Chile–.

—¡VOS SOS EL ÚNICO PENDEJO AQUÍ!

—¿Y ahora si se emputa a quien llamaremos, Chilito? –mira al nombrado con "preocupación"–.

—Sepa moya, mex. –respondió de la misma manera–.

Argentina gruñó. Pero después dió un gran suspiro buscando relajar su reciente ira.

—Cada día están más boludos...

Los dos hermanos compinchados comenzaron a reír.

—¿Y qué hay de ti? –preguntó a México–. Obvio con este pelotudo al lado de Alemania cero conversación tuviste.

—¡O-Oye! –paró de reírse avergonzado–.

—Tiene razón, Chilito. –admitió cruzandose de brazos y fingiendo sentirse traicionado–. En realidad no fue tan malo, conocí a alguien.

—¿A quién? –preguntó arqueando una ceja–.

—Oh, un país europeo, Austria. –recordó–.

—¿Ese no es el wacho que se la pasa con Polonia? –cuestionó curioso–.

—No tengo idea, apenas hoy supe más de su mera existencia... –se encogió de hombros–. Parecía buena onda, pero se veía un poco extraño. Quiso que le contara sobre mi cultura, así de la nada.

—Raro...

—¿Quizás solo quería conocerte?

—Igualmente fue extraño, pero no desagradable. –aclaró con una pequeña sonrisa–.

—¡Hey!

Una voz los alarmaró. Todos se giraron viendo quién los llamaba. Avistaron como el alemán acompañado de su amigo ruso se acercaba a ellos.

—¡Quiubo weys! Ya pensé que se habían perdido... –rió–.

—Para nada, simplemente esperabamos a que todos salieran. –sonrió–. ¿Les apetece que vayamos a comer todos juntos?

【𝐋𝐚 𝐥𝐥𝐨𝐫𝐨𝐧𝐚】 ►𝙍𝙪𝙨𝙢𝙚𝙭◄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora