I feel you - Parte 1

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¿Te imaginas despertar un día con el dolor de cabeza de otra persona?

Trini lo vivió desde el primer día que se mudó a Ángel Grove.

No, no despertaban cada día con dolor de cabeza, pero su nueva vida le había traído un cúmulo de sensaciones muy extrañas, casi ajenas.

Intentó, por mucho tiempo, averiguar por qué esto le sucedía. Pasaba sus mañanas en la nueva escuela medio prestando atención a clases y medio investigando en su teléfono, cuando el profesor les daba la espalda. Investigaba sobre casas embrujadas, telepatía, trastornos de personalidad múltiple y todo tema que le pudiera dar una explicación coherente a su situación.

- ¿Perdida en tu mundo, Trini? - Preguntó Jean.

Sólo entonces, Trini se dió cuenta que se encontraba en un salón de clases vacío. 

De nuevo.

Sin prestar mucha atención a su respuesta, le dió una media sonrisa al compañero y comenzó a tomar sus cosas con la intención de marcharse.

- Yo sé que eres muy reservada, pero me encantaría saber lo que te ocurre, tal vez pueda ayudarte en algo... - Interrumpió Jean el intento de escapada.

Trini lo miró, durante algunos segundos, dudando ante la amabilidad con la que él la miraba de vuelta.

- No... No es nada - Respondió con la intención de sacarse la idea de contarle lo que le pasaba a un extraño con el que, si mucho, habría cruzado cinco palabras.

Caminó hacia la puerta con la decisión firme de marcharse cuando algo en su mente le llamó  la atención.

- ¿Por qué te quedaste tú? - Volteó de pronto ella, reparando apenas en la libreta que el chico tenía sobre su pupitre.

Jean sorprendido y agradado le mostró una amable sonrisa. No era un secreto que esa chica le intrigaba desde que llegó y había intentado hablarle en el pasado sin mucho éxito.

- Termino esto, antes de que mi inspiración me abandone - Respondió mostrando el contenido.

Trini tomó unos momentos para contemplar la obra. Jean tenía talento artístico, era algo que ya había notado antes, pero nunca le había prestado real atención.

- Eres muy hábil - Sonrió ella.

- Gracias - La imitó Jean - No eres la única que suele desconectarse - Cerró la libreta para acomodarla en su mochila y con suerte acompañar a Trini a su siguiente clase.

Con demasiada suerte.

- Entonces... - Emparejó su paso con el de la chica quién ya le había dado la espalda -  ¿Me vas a contar? - preguntó él.

Trini lo miró, no sabía por qué, pero le causaba cierta simpatía más que incomodidad.
Y de nuevo comenzó a considerar la idea de comentar por fin lo que ocurría.

- ¿Por qué supones que me pasa algo? - Indagó primero. 

- Bueno... Puede que haya visto un par de veces tus notas, que no son precisamente sobre la clase, además... pasas mucho tiempo pensativa - 

Entonces Trini se dio cuenta que el chico estaba mucho más al pendiente de ella de lo que pudo imaginar. Lo miró de arriba abajo de nuevo, dándose cuenta de varios detalles en su persona que no habría notado antes.  

No tenía pinta de acosador, sólo de un chico curioso y un poco torpe, totalmente inofensivo. 

- ¿Eres así de observador con todo el mundo?  - Preguntó Trini y el chico no tardó en cambiar de color. 

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