I feel you - Parte 4

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Cuando los cinco chicos destinados a salvar al mundo (o aunque fuera intentarlo) aprendieron el secreto para realizar su morfosis, sabían que tenían al menos medio terreno de ventaja. Pero eso no disminuía sus sentimientos de impotencia.

De cualquier forma, no tenían opción, la batalla estaba muy cerca y, a pesar de todos los problemas personales y de equipo que enfrentaban, el mal se encontraba pisando sus talones. 

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- Te noto muy inquieta, Trin - Observó Jean - ¿Todo bien? - 

- No... - Respondió Trini sin pensar - Es decir, si... Es... Algo sin importancia - 

Sólo la luz del televisor alumbraba la habitación, lo cual favorecía el ambiente para los besos y esas situaciones de pareja que a veces Trini trataba de evitar. 

- Puedes contarme, lo que sea, yo te creeré - Alentó el chico, deteniendo un poco las intenciones de un momento romántico. 

Trini lo miró, buscó en sus ojos la calidez que solía brindarle desde que se conocieron, la necesitaba en ese momento más que nunca. Pero no la encontró, por alguna razón, no estaba ahí.
Supuso que la del problema era ella, estaba tan insegura y distraída que ya nada le parecía común o agradable. 

- No pasa nada - Habló por fin, tomando el rostro del chico con ambas manos - No te preocupes - 

Él dudó, sostuvo su mirada, pero decidió dejarlo pasar. No iba a presionarla, las cosas saldrían como tuvieran que salir. 

En lugar de continuar presionandola para hablar, la besó; una y otra vez, a un ritmo lento y más acelerado después. 

Una notificación interrumpió el momento.

Una notificación por la cuál Trini sentía una emoción extraña e inexplicable.

Sabía que estaba mal, sabía que debía prestarle atención a esa preocupación extraña, pero ya tenía demasiadas como para incluir aquella sin fundamento al repertorio. 

-¿Todo bien? - Preguntó Jean. 

- Si, es... Es Kim, no es nada - Volvió a bloquear el teléfono, dejándolo de lado para continuar, esta vez con menos ánimos de los que de por sí ya tenía. 

Por su cuenta, Kimberly observó cómo su mensaje era ignorado. Quedando con una única opción; Jason. 

Mientras Trini se enfrentaba a la idea de estar con su novio en una forma en la que no estaba segura de estar, Kimberly se escabuía por la ventana de la habitación del líder del equipo.

Ninguna de las dos sabía lo que quería realmente, ambas estaban muy confundidas. 

- Te amo, Trini - Susurró Jean con el corazón muy acelerado y el aliento casi perdido. 

Trini no supo responder, muchos pensamientos la atacaron en ese momento y se bloqueó por completo. 

Se sentía asustada, quería tomar su teléfono y llamar a la única persona con la que sentía, desde hacía ya unos días, que compartía una conexión real. 

Un sentimiento de necesidad fue lo que detonó al final de aquella lucha interna. Una necesidad hacia una persona que estaba muy lejos en ese momento.

- No puedo, Jean - Respondió ella, apartando al chico - Lo siento - Se sentó al borde de la cama y se llevó ambas manos a la cabeza. 

Jean no tardó en sentarse a su lado, con la intención de acompañarla en lo que sea que estuviera sintiendo, pero, en el fondo y gracias a aquel comportamiento que ya llevaba algunos días notando, el chico estaba comenzando a perder las esperanzas de todo lo que había imaginado con la morena. 

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