No me olvides (Pausada)

Capitulo 13

Publicado: / 12/ 2019
Editado: 07/ 10/ 2020

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La tarde llegaba en el pequeño pueblo de Mewni, los trabajadores comenzaban a salir de la fábrica entre una entretenida charla mientras en el interior del castillo una rubia respiraba con inquietud dando vueltas en su habitación mientras los miraba alejarse desde la ventana, eran tantas personas... Toda esa gente pronto estaría bajo su cuidado y la presión yacía sobre aquellos pálidos hombros dudosos; apretando los puños la joven inspira con profundidad y asiente para si misma, con paso firme sale de su habitación hacia los pasillos que comenzaban a vaciarse.

— ¡Señorita Star! —avanzaba sonriente un hombre con una guitarra.

— ¿Si? —se gira con una sonrisa.

Tendido su mano estrecha la mano de la joven dando una leve reverencia —Mi nombre es Ruberiot —corre la correa de su pecho haciendo caer en sus manos su guitarra —trabajo como empacador de las barras de maíz, ¡Pero mi sueño siempre ha Sido ser músico! —toca una nota rápida.

Dudosa asiente —Fue... —rie nerviosa dedicándole una sonrisa —Bueno, ¡Un buen tono!

— ¡Gracias! —rie avergozado —pero eso no era lo que le quería decirle... Resulta que hay un... Concierto en un pueblo cercano, donde el ganar recibirá la oportunidad de ¡Firmar con una disquera! —aprieta los puños con emoción —yo de verdad quiero ir señorita —exhala un suspiro bajando la cabeza —pero las reglas de la empresa me prohíben faltar tres veces por mes al trabajo... Y las gaste por ir a conseguir ¡Unos deliciosos salchiduendes!

Incómoda desvía la mirada —Hoo... ¿Y conseguiste alguno?

Su mirada baja llena de decepción —No, realmente no pude conseguir ninguno... ¡Pero bueno! —sube la mirada —lo que yo quiero saber, es si... ¿Cree que quizá su madre me daría una excepción  por esta vez? ¡Es el concierto de mi vida! Si yo dejará pasar esta oportunidad... Quizá no tendría una igual en mi vida.

Con un suspiro sujeta el hombro del hombre —Lo siento Ruberiot, pero... Mi madre es realmente dura con esas reglas, es imposib...

Ella se detiene ante los ojos llorosos de aquel hombre, inquieta busca con la mirada en todas direcciones, en un intento de encontrar a alguien con más experiencia que le ayude, pero en su cabeza sabe que sus palabras son correctas, ella tiene razón y su madre no dejaría ir al hombre así fuera un asunto de vida o muerte, ella era muy estricta... En especial cuando era la época de la buena mazorca, debían aprovechar los jugos de la fecha para hacer crecer a su pueblo vendiendo la mayor cantidad de productos Butterfly.

—Oye, sinceramente no creo que sea una buena idea hacerle ese tipo de preguntas en esta fecha... Pero si quieres intentarlo eres libre de hacerlo, quien sabe, quizá tengas suerte —le dedica una sonrisa —hoy yo tenía pensado hacerle un pedido, pero no lo haré para que así no esté de mala y tú puedas pedirle ese favor, solo... No le des tantas vueltas al asunto, pero tampoco seas tan directo.

— ¿Co... Cómo? —cuestiona confundido.

—Debes darle un cordial saludo, y con la mirada baja exponer tu pedido... —lo sujeta por los brazos — ¡Y aunque se mantenga en silencio tu solo debes mantener la pose y esperar su respuesta! ¡No te muevas ni un milímetro hasta que ella responda!

Nervios y sorprendido da un asentimiento —Muchas gracias señorita Star.

Con eso se retira corriendo hacia la oficina de su jefa, Star sonríe deseándole suerte en su interior, pero su mirada baja y entre un suspiro toma camino hacia su habitación.