Capitulo 5

1.2K 129 21
                                    

Publicado: 27/ 09/ 2018
Editado: 27/ 09/ 2020

Linda camisa

Por fin la escuela daba inicio para Will y Tom, aunque su mañana... Era la de cualquier estudiante despertado un lunes por la mañana, deseaban no estar ahí; quizá era por el hecho de que habían paseado demasiado el día anterior. Entre choques con los muebles y tirar algunas cosas, Tom por fin pudo encontrar el café en la cocina, luego de llevarlo a la cafetera se embarcó en la siguiente búsqueda ¡El pan!. Por otra parte Will estaba frente a la regadera, el chico seguía medio dormido bostezando de gran manera, sus ojos apenas y se abrían ante el cansancio así que tomando una gran respiración comenzó a hacer algunos estiramientos, subió los brazos al techo y exhaló, tomo aire y luego llevo las manos hasta la punta de sus pies, entonces se puso recto y abrió los ojos dispuesto a enfrentar a su peor enemiga ¡La ducha helada! Soltando un soplido comenzó a desvestirse. En la cocina el pelirosa casi caía entre su cabeceó sobre la tostadora, pero termino abriendo los ojos con rapidez al sentir el pan caliente chocar con su cara, entre un bostezo talló su cara y miró todo el lugar en busca de la persona que lo había golpeado, sin tener éxito.

—Mis piernas me están matando...

Sin más tomó un plato para poner los panes que ya habían salido y coloco otro par mientras iba a la barra a tomar asiento y masajear un poco sus piernas, pero un grito lo sorprendió.

— ¡Sabes... Puedes poner el agua caliente! Pago por ella después de todo...

— ¡Así estoy bien! ¡Me despierto mejor de este modo!

El pelirosa solo sonrío mirando las siguientes rebanadas de pan salir. Luego del desayuno y cambiar sus ropas por fin estuvieron listos para ir a la escuela, por suerte solo debían tomar un autobús que no estaba demasiado lleno, aún así durante el viaje la saliva de Tom escapó de su boca entre una pequeña siesta.

— ¡Janna me voy yendo! —se coloca los zapatos — ¡Cualquier cosa puedes llamarme! ¡Suerte en tu trabajo!

— ¡Cállate Díaz!

El chico sonrío y salió con su mochila al hombro al pasillo.

—Buena forma de iniciar el día.

El chico tomó una respiración profunda y tomo sus cascos (audífonos) poniéndolos sobre sus oídos, él puso una canción movida y solo bajo con paso rápido las escaleras hacia el primer piso. Al llegar afuera bajo un poco la cabeza y solo regreso la mirada atrás elevando la mano para despedirse de la persona que les rentaba el lugar, sin más avanzó por el vecindario con una sonrisa animada mientras por lo bajo buscaba algunos presencia... Dudoso miró la pulsera que cubría su muñeca y su sonrisa de desvanecía un poco, pero al mover aquella pulsera y tocar la marca en su muñeca solo sonrío levemente.

—No me olvides.

Susurró sintiendo como un nudo le apretaba la garganta, soltó un suspiro y despejado su mente volvió en su andar. No sabía porqué, pero a finales de su segundo año de estudio despertó susurrando aquellas palabras y mirándo esa marca, hace un tiempo que no soñaba lo de aquella vez; una hermosa y grande luna roja mientras suaves melodías llenaban el lugar, aplausos, había... Un baile y una persona lo sostenía con cariño, sonriéndole con amor, jamás se lo había dicho a nadie porque sentía vergüenza y pensó que terminarían burlándose de él, aquel sueño parecía el de una chica adolescente, en especial... Porqué aquellas manos que lo sostenían eran de un varón. "No me olvides" eran las palabras que aquel chico le había susurrado.

— ¡Oye!

Al regresar la mirada su sonrisa se agrando de gran manera, aquel chico avanzaba animado hacia él

No me olvides (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora