convencional ➢ taenamgi au.

introducción.

JiMin siempre me ha dicho que soy como una esponja. 

Que retengo todo lo que la gente tiene para mostrar y entregar, sea bueno o malo para mí. En sus palabras, eso es un poco problemático en un mundo como este y va adoptarme para protegerme de perder dicha pseudo cualidad, que va a cubrirme de cualquier idiota que desee aprovecharse. Es extraño, pero hay una sonrisa de ojitos miel y pecas doradas en cada ocasión, así que supongo que está bien que me vea como un ingenuo soñador. 

También dice que el ser esponjoso hace que me enamore de más. 

No estoy muy seguro de lo que quiere decir, porque no entiendo cómo debería haber un límite para la cantidad de amor que necesitas entregar. No somos ecuaciones matemáticas ni empresas con informes de prevención de riesgos; somos seres humanos de sangre caliente, con emociones pulverizantes y corazones sin fin que palpitan en el pecho. Estamos hechos para querer de las formas más increíblemente grandes y catastróficas. A un amigo, un hermano o un amante, nuestra naturaleza es de amar y amar hasta que no nos quede nada más. Y calcular el cariño puede convertirlo en un negocio y el alma no se alimenta de palabras ni acciones vacías.

Sí, me he enamorado y no siempre lo pasé bien. Porque a veces, el amor también puede desaparecer, volverse polvo en donde antes había estrellas. A veces los corazones no son compatibles por mucho tiempo y debes lidiar con ello. 

Lo asimilé hace mucho y encuentro que no tengo ningún problema en correr con los riesgos. Que duela significa que hubo algo aquí, que entregué y amé con fuerza, que no estuve dando mediocridad ni me faltó respeto por los sentimientos de nadie con mi falta de interés. Las contadas relaciones que tuve han terminado y dejaron algún tipo de cicatriz en mis recuerdos, pero no me arrepiento de haber adorado como lo hice. Siempre habrá dulzura en los retazos del amor que acaba. 

Así que, vamos a esto; seré una esponja tonta que amará sin pensarlo... hasta que me estrelle tanto que no sea capaz de olvidar. 

Hasta que consiga un amor que me tome y no quiera regresarme ni los besos, las curvas de alegría o el mismo pedazo de vida que le voy a regalar. Hasta que esté tan lleno de él que me duela estar enamorado, que me queme con cada pensamiento y respiro que entregue en su nombre. 

"Tae, eres demasiado joven para encontrar algo así pronto". 

Tal vez lo sea. Pero también, tal vez llegue ahora y como nunca esperé. 

Porque buscaba una sonrisa a la que pertenecer. Y nadie me dijo que yo caería por dos. 

***

porque la costumbre de publicar prólogos no se debe olvidar):

y porque , aunque no tenía planeado hacerlo, decidí que la historia del taenamgi podía ser contada. es una precuela bastante corta y está situada unos dos años y medio antes de "buen adiós" (si no han leído ese au, es kookmin y no tiene relevancia para entender esta historia).