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ᥙᥒωᥲᥒtᥱᑯ ᥱᥒᥴoᥙᥒtᥱɾ⳽

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ᥙᥒωᥲᥒt ᥱᥒᥴoᥙᥒtɾ

- Plié...estiro...plié...y estiro....Terminamos - toda mi clase aplaude - Espero que ya estén listas para su presentación del sábado.

Todos gritamos de la emoción y fuimos a hacer fila para que nos entregaran los vestuarios, abrazaron mi cintura y no hacía falta de girarme para ver de quien se trataba.

- ¿No pudiste esperar en la camioneta?

- Creo que te has confundido de persona, bella - mi cuerpo se congeló, hace un año que se había marchado porque le habían ofrecido un mejor trabajo, pensé que solo había sido un rumor que vendría esta semana.

No quería ni siquiera voltear, ¿Qué se supone que tenía que decirle a alguien a quien le declare mi amor y me destruyó en segundos?

- ¿No vas a ni siquiera decir un hola?

- ¡Atenea!

Gritaron mi nombre provocándome salir del trance y visualicé a un Travis recargado en la entrada de la academia, le dije que estaba recogiendo mi vestuario, en ese momento me llamaron y me aparte de Oliver. Recogí el leotardo rosado con diamantes pegados en el escote de la espalda y me fui directo a donde se encontraba Travis. Nos subimos a su camioneta y ya podía sentir la tensión de su parte, no había dicho palabra alguna, paro en seco cuando el semáforo puso en rojo y suspiró.
No se cual era su razón para ponerse así, tal vez fue porque Oliver estaba muy cerca de mi o tal vez lo hay visto susurrándome y pensó otra cosa. No entiendo sus celos.

- ¿Vendrás a verme el sábado?

- Se me olvidó decirte, irá toda mi familia.

Toda su familia contenía a sus hermanos, su hermana, su madre y obviamente también su padre. No le he mencionado nada de lo qué pasó en la cena.

- Excelente, así tendré más gente apoyándome.

Simuló una sonrisa y hizo avanzar el carro cuando dio el siga, apretaba el volante constantemente y sus ojos no provocaban ningún brillo, casi choca con el auto de enfrente que paro en seco, le dio un puñetazo al volante y cuando pasó a lado del auto le empezó a gritar un sin fin de insultos, toque su brazo y lo removió bruscamente.

- No me hubieras recogido si ibas a estar así - su mandíbula se tenso - Y si es por el tipo que estaba detrás mío, tranquilo creo que es gay.

Mentí un poco pero ya no había necesidad de explicar algo sobre Oliver

Nos estacionamos en una calle desconocida, talló sus ojos con sus manos y después se relamió los labios, se quedó viendo hacia la nada y vi que sus ojos ya tenían un brillo, se estaba conteniendo el llanto.

- Lo siento, no debo de comportarme así y tampoco descargar sobre ti todo lo que me afecta en estos momentos. Pero últimamente mi madre sale mucho de casa y ocasiona fuertes discusiones entre ella y mi padre.

No supe que decirle en este momento, así que opté por darle un abrazo, su mirada se encontraba perdida detrás de la ventana mía y yo le daba pequeños besos en su hombro, después nos reincorporamos y me llevo hasta mi casa, me despedí de él y baje del carro.
Estaba a punto de abrir la puerta pero salió una Tara de ella, se despidió de mi madre y sonrió al verme después pronunció un "nos vemos mañana" y se dirigió hacia su carro pero la jalé del brazo bruscamente para que regresara.

- Auch...sólo venía a recoger el vestido y a explicarle a tu madre - me hice la desentendida - Ugh Atenas...el club...mañana...por la noche.

Me iba a adelantar para cancelarle por mi presentación, pero como no soy una bailarina responsable y me importa un carajo si se me rompe un pie un día antes de la presentación, y además Travis no me había invitado a su casa, acepté.
Pronuncie un "okay", me despedí de ella y me fui a dormir.

✿ ✿ ✿

Mi madre jalaba la parte trasera de mi falda cada que podía pero la lycra no ayudaba, Tara tocó mi puerta y gritó que ya saliera, me despedí de mamá y papá, no sin antes de que me dieran una mirada de desaprobación. Tara y yo subimos al auto emocionadas y ella condujo hasta el famoso nuevo club "Rose Panic", para mi el lugar tenía nombre de prostíbulo pero no lo juzgare sin antes conocerlo.

Al llegar me sorprendí de que el club contara con un valet parking, quien sabe donde los estacionaban pero al menos ahora tenias a quien culpar si alguien te rompía una ventana. En la entrada había filas y filas de personas, de todas las edades, espera ¿Que?

- ¡Me has traído a un prostíbulo! - grité, llamando la atención de dos jóvenes que se encontraban a un lado. Tara puso su mano en mi boca y puso el dedo índice sobre sus labios para que la dejara hablar.

- Shhh...aquí podríamos conseguir quien nos pague la universidad.

Abrí la boca pero no salió ninguna palabra de mi boca debido a mi sorpresa de su respuesta, opté por irme pero uno, Tara no me seguiría y no la iba a dejar sola en un lugar como este, dos, se escuchaba que tenía un buen ambiente desde aquí.
Nos abrimos paso entre la gente, ya que odiábamos las filas, y enseñamos nuestras identificaciones a los de seguridad, nos dieron una mirada de arriba 1 hacia abajo y nos abrieron paso. Enlazamos nuestros brazos para no perdernos y nos dirigimos hacia la barra, recargamos nuestros codos y pedimos una margarita, me dedique a ver el lugar ya que Tara se dedicó a prestarle más atención a un chico que se dedicó a sacarle plática.
Mis ojos chocaron en un apuesto hombre de cabello negro y con una sonrisa capaz de cautivar a cualquiera que se le cruzara. Me tienen que estar jodiendo.

Giré mi cara rápidamente hacia Tara y la obligué a que fuéramos al centro del club, tomé mi margarita y junto a ella y al chico nos fuimos. No daré más descripciones pero solamente podré decir que me pase en copas, el mundo se volvía más lento o rápido algunas veces, me dirigí al bar y recargue mis manos sobre la barra, el bartender sabía que estaba mal y no hacía nada al respecto. Había perdido de vista a Tara, corrí hacia al baño ya que las horcajadas eran cada vez más fuertes, alguien intentaba tomar mi mano mientras abría paso, abrí la puerta del baño como pude y salió lo que había tomado, abracé la tapa del inodoro y unas ganas de dormirme se apoderaron de mi. Pero alguien tomó mi cintura, no eran unas manos de mujer así que obviamente no era Tara, sentía que todo daba vueltas que hasta a mi subconsciente trataba de decirme que esto era peligro, pero no podía gritar.

Cerré los ojos y se apagó el ruido.

𝘮𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳𝘢𝘴 𝘣𝘭𝘢𝘯𝘤𝘢𝘴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora